Escrito por: Víctor Reyes
-Yo estaba tan equivocado que creía que la radio AM solo se podía escuchar por la mañana.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que la flor de loto la vendían en Leidsa.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que el miocardio, era lo que decían los italianos cuando pedían sopa.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que cuando decía ¡diabetes!… enseguida llegaba la noche.
-Yo estaba tan equivocado que los doctores del colon todos trabajaban en la zona colonial.
-Yo estaba tan equivocado que creía que espeluznante era un tipo que antes estaba muy pelú.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que el puerco por ‘cer-do’… era un animal precavido.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que los triangulitos de Nestlé lo hacían los profesores de trigonometría.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que la vía láctea era el camino más rápido para llegar a los enlatados.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que los músicos de planta tocaban música en los viveros.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que la pintura de agua era la que se usaba para pintar por debajo de los barcos.
-Yo estaba tan equivocado que pensaba que cualquier ñame podía dirigir a Inespre.
-Yo estaba tan equivocado que cuando miraba los dedos de mis manos pensaba que había que anular el mayor, para evitar en el meñique los índices de suicidios.