Soy vecino de un amigo que tiene un primo que vive por donde una amiga que tiene un cuñado que hace 30 años se volvió loco. Así como se lo digo, pero lo grande es que después de tantos años, el señor ha vuelto a la normalidad. Por arte de magia –y por un milagro de Dios–, el hombre que había perdido el juicio, no se sabe –buscando en qué rincón– lo encontró.
¿Se imaginan la felicidad de esa familia, al ver que un día este señor (que había perdido el juicio), se levantó por la mañana, se bañó, se afeitó, pidió café y hasta el periódico? Los familiares empezaron a sorprenderse cuando éste comenzó a preguntarles con mucha coherencia por cosas que le inquietaban. Preguntó que si todavía Balaguer era presidente. Que si Peña Gómez y Jacobo Majluta aún seguían enemigos.
Prendió el televisor y se sorprendió al no ver a Yaqui Núñez en el Show del Mediodía. Cambió de canal y puso el 7 para ver a Cuquín, Boruga, Roberto y Milton en el Sabroshow. Tuvieron que explicarle que habían pasado 30 años; que él había perdido la razón en el 1986 y que estábamos ahora en el 2016.
Al principio, él no creyó lo que le dijeron hasta que vio la fecha en el periódico. Prendió la radio y se echó pa’ trás al escuchar al Chuape cantando «Échame to’ eso palante, palante, palante», luego quedó medio inconsciente al escuchar al ‘Lápiz’. Luego volvió en sí y prendió el televisor; la ‘Materialista’ puso las ‘chapas a vibrar’ y el señor se volvió a desmayar. Se sentó de nuevo frente al televisor y vio a ‘Chimbala’. Pidió que le pusieran un disco de Mozart, y le pusieron un dembow de Mozart, la Para, pero a ese señor que ahora era cuerdo, había que verle la cara.
Le mostraron lo que era el Internet, lo metieron a You Tube y se le volvió a voltear el ‘tutú’; su cabeza se le volvió de nuevo un ‘reperpero’ al ver –como ídolo de ahora– al Poeta Callejero. Me cuentan que el señor prefirió vivir de nuevo en su locura, a ser «cuerdo» como nosotros.