Escrito por: Wilson Díaz
Gentiles Fuaquituses, para nadie es un secreto que los años pasan, pisan y pesan; aunque a veces uno, más por orgullo que por otra cosa, se niega a aceptar esta terrible realidad de la soberana naturaleza, contra la que nadie puede, excepto Dios que la creó. Les doy aquí algunas señales de cuando ya eso nos llega, para que nos resignemos, no pasemos vergüenza y nos retiremos con honores…Por ejemplo:
*Cuando ya las menores empiezan a llamarnos, “señor”.
*Cuando ya se nos olvida tomarnos las pastillas.
*Cuando nos levantamos más de 6 veces en la noche a orinar.
*Cuando empezamos a dormir con medias y un gorrito.
*Cuando ya masticamos de un solo lado.
*Cuando ya tienen que hablarnos ‘vociao’.
*Cuando para bañarnos nos tienen que tibiar el agua.
*Cuando todo el tiempo olemos a mentol con sábila.
*Cuando ya los hijos se acuestan a cualquier hora y ni cuenta nos damos.
*Cuando ya usamos lentes que parecen fondos de botellas.
*Cuando cada 4 horas nos miden la presión.
*Cuando los muchachos ponen un reggaeton y se lo celebramos.
*Cuando en la tv lo único que vemos es la Misa y las noticias.
*Cuando ya los nietos nos cogen de sambá y de mojiganga.
*Etc…
Deje su canto de cigarra
y su llanto de delfín
que una cosa es con guitarra
y otra cosa es con violín.