Voló y en sus alas lleva
la esencia del PRD
el viejo roble se nos fue
pero su historia se queda.
Llegó con la vida en veda,
era tan solo un soñador
que en su Cotuí redentor
tronó con voz de volcán,
el jovencito De Camps
lo heredó de su mentor.
Directo y apasionado
gentil, pero muy frontal
a la hora de afrontar
sus causas y sus legados.
Hoy su rumiar se ha callado
mas no así sus ideales,
tan intactos y tan iguales
como todo lo que defendió,
jamás se le dice «Adiós»
a un líder de sus cabales.