Escrito por: Víctor Reyes
Recuerdo que en mi niñez
Viví un tiempo en las Yayas
y aguantamos tantas cañas.
Me caí de un motor
iba sin luz y mi Dios
aún me duele la espalda.
Y ‘entollado’ en la arena
guardo lodo, rueda y cadena.
Yo,
que en la piel tengo un raspón
guayada la espalda tengo
iba a cien el maldito negro.
Una vecina dijo ‘abur’
voló una cachucha azul
de espalda caímos al suelo.
No me han valido las curas
se me ven raspones y mataduras.
Tengo los cachetes rojos
una totuma en el ojo
y el codo dejé en el camino.
Veo el motor ‘tamo’ en suelo
de pronto una ambulancia vino
no encuentran mi monedero.
Que le voy hacer si yo
de las motoras me caigo.
Se levantó desde atrás
y nos comimos la arena
la gasolina marea.
Me fueron a recoger
un viejo y una mujer
tan matadito vocea.
La señora pararme quiere
y el viejo tiene ‘un ameme’.
¡Ay!
El negro empezó a gritar
no encuentran ni la placa
solo una chancleta blanca.
No encuentran el cigüeñal
Y se acerca un temporal
Nos meten para la casa.
Nos levantaron del suelo
entre la negra y viejo.
El casco rodó ‘pal monte’
esto no tendrá componte
el negro de nuevo grita.
Por un milagro camino
me recostaron de un pino
tendré que ver al dentista.
Me voy a embromar porque yo
de las motoras me caigo
de las pasolas me caigo.