El ser humano siempre ha tenido la necesidad de tener entre sus allegados a un ser que, aun siendo humano, tenga unos poderes superiores. De ahí que admiremos tanto a los magos, por eso aplaudimos a los equilibristas y las muchachas admiran a los motociclistas. El ser humano siempre ha necesitado de un superhéroe, pero pienso que necesitamos superhéroes nuevos.
Ya Batman está viejo; Supermán está retirado y el Hombre Araña ya ni aruña. Necesitamos, más que héroes, antihéroes. Por ejemplo: un superhéroe que nos salve de los AMET cuando cometamos una infracción, un superhéroe que salga en defensa de nosotros cuando la financiera nos está llevando el carro por falta de pago, o un superhéroe que venga volando y le entre a trompadas a los archienemigos que llegan a la puerta de nuestras casas a cortarnos la luz.
Ya no tenemos al Chapulín Colorado y a nuestro héroe Fantasmagórico lo tienen de calavera en la Facultad de Medicina de la UASD.
Necesitamos héroes nuevos; y al Gobierno que empiece a dar incentivos para estimular el heroísmo. La población necesita quien la defienda de un grupo de archienemigos que se están aprovechando de que solo el padre Rogelio salga con su arma poderosa, el ‘callao de Moca’ a defendernos.