Un día las monas decidieron hacer un viaje de aprendizaje. Camina que camina, se pararon y una preguntó:
—¿Qué es lo que se ve?
—La jaula de un león, el estanque de las focas y la casa de la jirafa.
—Qué grande es el mundo y qué instructivo es viajar.
Siguieron el camino y se pararon solo al mediodía.
—¿Qué es lo que se ve ahora?
—La casa de la jirafa, el estanque de las focas y la jaula del león.
—Qué extraño es el mundo y qué instructivo es viajar.
Se pusieron en marcha y se pararon solo a la puesta del sol.
—¿Qué hay para ver?
—La jaula del león, la casa de la jirafa y el estanque de las focas.
—Qué aburrido es el mundo: se ven siempre las mismas cosas. Y viajar no sirve precisamente para nada.
Claro: viajaban, viajaban, pero no habían salido de la jaula y no hacían más que dar vueltas en redondo como los caballos del tiovivo.