Escrito por: Gabriel Moquete
Décima invitada del
Escritor Gabriel Moquete
Su profesión: sastrería.
Oficio: Restaurador.
Este manso tejedor
tambien ardía en rebeldía
cuando España aquí metía
sus uñas en La Anexión,
el gran Benito Monción
cruzó a Haití en busca de ayuda,
andaba en alma desnuda
y revestido de acción.
Cruzó a Hatí a recolectar
armas y también dinero
para sacar al hatero
y a su protector leal.
Andando sin descansar
llegó un día a Cabo Haitiano,
allí se encontró a un paisano
que tenía una sastrería
y que desde allí sufría
el dolor dominicano.
Humberto Marsán, se llama.
¡Se llama, lo digo así
porque aún flota feliz
envuelto en divina llama!
Cuando Monción, de la trama
le confiesa su misión,
se pone a disposición
del insigne visitante
y desde ese mismo instante
se mete en la noble acción.
En seguida recolecta
armas y también dinero
que entrega con mucho esmero
a Monción, que grato acepta.
Pero también manifiesta
su orgullo a lo nacional
al feliz, confeccionar
la bandera tricolor
que restaurará el honor
desde aquél cerro inmortal.
Por eso, Humberto Marsán
también flota en la bandera
como si la brisa fuera
alma de su patrio afán.
¡Vientos que vienen y van
removiendo la memoria,
si buscan la trayectoria
del sastre Restaurador!
¡Para encontrarlo mejor,
vientos, métanse a la historia!
©Gabriel Moquete
Historia rimada