Escrito por: Wilson Díaz
Queridos Fuaquituses, no hay una persona en el mundo que se justifique más ante la sociedad, sus amigos y sus familiares, que el borracho, cuando alguien le señala o lo aconseja por sus malos hábitos o por su abuso con la bebida. Se inventa las excusas, pretextos y razonamientos más insólitos del mundo, con tal de que lo dejen tranquilo y de que nadie se meta con su vicio. He aquí, una retahíla de las justificaciones más inverosímiles que alguien haya podido oír en toda su vida dichas por un borracho. Ahí les van:
*Observación: “Los borrachos son unos perros”.
*Justificación: ¡El perro es el mejor amigo del hombre!
*Observación: “Los borrachos son unos sucios”.
*Justificación: ¡Mentira, porque el alcohol, desinfecta!
*Observación: “El romo destruye la memoria”.
*Justificación: ¡Despreocúpate, yo me hago el loco!
*Observación: “El romo acaba el hígado”.
*Justificación: ¡No le pare, si se acaba el hígado, como pollo!
*Observación: “Los borrachos dan vergüenza”.
*Justificación: ¡No, vergüenza dan los políticos. El borracho siempre dice la verdad!
*Observación: “El borracho no puede dar hijos”.
*Justificación: ¡O sea que los de Anthony Ríos, son tuyos!
*Observación: “El alcohol te quema el azúcar”.
*Justificación: ¡‘Portami’!; yo no tengo ingenios. ¡Dile eso a los Vicini!
*Observación: El alcohol daña la sangre”.
*Justificación: ¡Malo que sea lo contrario! ¡Porque si la sangre me daña mi romo me la saco!
*Observación: “Los borrachos no se bañan”.
*Justificación: ¡Por fuera; pero por dentro tamos limpiecitos!
*Observación: “El borracho ni siquiera puede manejar”.
*Justificación: ¡Que maneje otro! ¡Este país ta’ lleno de choferes. ¿Por qué tengo que ser yo?
Hay mentiras que son verdades
y verdades que son mentiras
aquí todo es asigún
el cristal con que se mira.
