Nada surge del olvido porque en él se contiene el vacío de la vida, las falsas monedas de las noches y el portal de la nada, dolorosa raíz que en nuestros sueños nos destruye las vísceras y el tiempo. Nada surge del silencio, ni siquiera tus ojos que brillan con el viento. Ni siquiera tus manos que surcan las pasiones como un ave de vuelo apetecido. Ni siquiera tu voz, ni tu cálida piel, ni tus dulces esencias. Nada vuelve a surgir del pasado, ni siquiera tu imagen que alienta en la memoria y deja huellas capaces de seguirte más allá del deseo que aún vive en nuestros cuerpos, como una sombra larga junto al aura azul de los recuerdos. Más, yo vengo de regreso desde los últimos soles a ver si podemos reeditar los momentos vividos cuando el aire era puro y el viento y el adiós eran memorias que quedaban guardadas en las almas como llamas tremantes que nos abrasarían si no recordábamos ni decíamos los nombres eternos del amor…
A Susana Quiroja, Teté Marella, Mónica Volonteri, Romina Bayo Y Elizabeth Alda
Yo apenas un sobreviviente del viejo Siglo XX, que ha podido trascender a sus linderos para caer en la olla donde se cuece el Siglo XXI, que heredó sus temores y todas las excrecias que habrán de conformar otro gran disparate digno de ser cantado por el mismo Discépolo que pergeñó las letras que cantaron a aquel siglo que nacía cual un absurdo Cambalache. Yo, sobreviviente de aquella crápula aviesa que se adueñó de las esencias de la tierra dejando al S. XX, como un lugar donde todo fue muerto, canto a esta porquería que ha comenzado con tan mala fortuna que todos sus valores proverbialmente falsos serán como los de cualquier otro movimiento que realizado por el hombre habrá de terminar en un desastre cruel, porque amén de que cualquier tiempo pasado fue mejor, este siglo sabrá ser cantado a puro tango, porque Habemus Papa solo algunos de los hombres del S. XXI, lograremos sobrevivir en las pailas ardientes del infierno.
No entre. No siga. No se detenga. No doble hacia allá. No doble a la derecha. No regrese hasta aquí. No doble hacia la izquierda. No traspase este punto. No se permiten giros. No se puede escribir. No se puede leer. No se puede borrar. No se puede pensar. No se puede decir. No se puede dormir. No se puede soñar. No se puede creer. No se puede venir. No se puede salir. No se permite entrar. No se puede reír. No se puede querer. No pueden empezar. No se puede sentir. No se puede intentar. No se puede lograr. No se puede afrontar. No se puede ganar. No se puede escapar. No se admiten escritos de ninguna intención. No se aceptan poetas. No se aceptan pintores. No se acepta ningún tipo de arte liberal. No se permiten actitudes partidistas. No se puede protestar. No se puede pedir que bajen los impuestos. No se puede soñar con que los gobernantes acepten ser mortales. No queremos Sofistas. No aceptamos nihilistas. No deseamos ningún libre pensador. No queremos juristas. No queremos mártires. No queremos estudiantes. No aceptamos escuelas. No queremos docencia. No queremos puristas. No queremos que nadie se oponga a lo ya estatuido. No queremos disidentes que nieguen lo que es y lo que existe. No queremos apóstatas. No queremos que ninguno pretenda pensar. No queremos tribunas ni discursos. No deseamos público ni aplausos. No aceptamos que nadie cuestione las bondades del sistema. No esperamos. No queremos. ¡No!
La luna rompe el equilibrio de la noche al surgir tras el deseo de quienes abrazados como sordas estatuas se clavan en sus carnes como un puñal, el fuego que les surge desde adentro, porque ella es solo el pretexto que aviva a los amantes a cumplir la entrega de los cuerpos. Ella no es una migaja de la noche, ni es un labio abierto entre los cielos, ni tampoco un sexo abierto entre los ojos de la especie, ella ha sido fanal y luz sobre la noche, es testigo del vértigo y el sueño que condena a los amantes a vivir en el eterno deseo de los cuerpos detrás de la pasión y la muerte…