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Hagamos una alcancía

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«El que guarda, siempre tiene» y «Poco a poco, se llena la gallina el buche». Eso es lo que aprenden los niños cuando guardan moneda por moneda dentro del cerdito. Ahorrar es un hábito que se aprende cuando uno es chiquito. Con papá o mamá, con abuela, tal vez, vamos a fabricar nuestra propia hucha o alcancía para llenarla al tope, luego comprarnos algo que queramos ¡y volver a empezar!

 

Materiales

Botella de refresco de plástico, con su tapa

Tijeras

Silicón líquido (pegamento)

Ojitos de plástico o una felpa indeleble para que no se borre.

Cartulina o cartón reciclado de cajas de galletas, etc.

Papel de regalo

Para las patas, cuentas de bisutería para hacer collares o pedazos de colcho de un tapón de vino recortados.

 

Cómo se hace

  1. Lavar muy bien la botella. Secarla.
  2. Mide y recorta un pedazo de cartulina que recubra la botella. Se pega en la unión.
  3. Haz dos orejas y decóralas con el papel de regalo.
  4. Pega o dibuja los ojos y la hoyitos de la nariz.
  5. Pega las cuatro patitas de manera que no cojee.
  6. Con ayuda de un adulto, haz una ranura para entrar las monedas.

 

¡Ya está! Aquí verás el crecimiento de tus ahorros y el dinero ¡nunca te faltará!

 

NOTA: ¿Quieres un truco? Pídele a tus padres que siempre paguen con dinero entero y todo lo que les devuelvan, tú lo vas ahorrando. ¡No se imaginan lo mucho que van a ahorrar!

 

Origen de la palabra alcancía

 

También se llama HUCHA y es un envase o recipiente cerrado salvo por una ranura, que se usa para acumular monedas con el objetivo de ahorrar.

 

Heredamos esta palabra de los árabes que usaron kanzîya para definir «tesoro escondido».