Escrito por: Fuáquiti
Asombro e impotencia sentimos Cosme Jr (mi asesor de contenidos) y un servidor cuando vimos el documental El gran Hackeo (EGH) producido por Netflix.
En la edición 133 del 5 de abril 2018 de este semanario, escribimos sobre este tema, sin imaginarnos la dimensión de los pormenores que manosea Facebook (FB), ni el peligro de estos datos en manos inadecuadas. Nos intranquiliza como usuarios y debe llamar a la reflexión los datos que son subidos a estas plataformas a pesar del compromiso de su presidente Mark Zuckerberg, quien bajo juramento prometió ante una comisión del Senado de los Estados Unidos fortalecer la política de datos de FB.
Este documental evidencia el poder manipulativo de estas empresas sobre las masas, Cambridge Analytica (CA) confesó poseer más de cinco mil datos de cada usuario, que a la vez usaron para realizar las ‘‘campañas’’ informativas acorde a su perfil. En pocas palabras realizaban contenidos personalizados para influenciar en las decisiones electorales.
EGH está basado en los testimonios de David Carroll profesor de Parsons School of Desing quien entabló una demanda en contra de CA, para que esta le devolviera sus datos personales y también para que le facilitara la fuente de donde obtuvieron estas informaciones. Por otro lado, está la joven Brittany Kaiser exempleada de CA que renunció después de los escándalos. Se fue a vivir a Tailandia (al igual que el profesor de la Casa de Papel). Esta joven sufre una confrontación con su conciencia, de la otrora adolescente que colaboró directamente en la campaña del presidente Obama, la que quería cambiar el mundo, solo quedaban los recuerdos; el apóstol Santiago dice: “el que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado”. (Santiago 4:17)
EGH muestra las técnicas psicométricas, la segmentación de las personas vulnerables, el bombardeo metódico de 3.5 millones de contenidos especializados, mensajes subliminales insertados en logos, frases directas al estado de ánimo a una audiencia que le pintaban una ‘‘realidad’’ inexistente. Logrando de esta manera la mayor manipulación de masas de la historia; el mismo Joseph Goebbels se vería ante CA como un niñito de teta.
El documental está bien hilado, es coherente en su narrativa, seguro le hará merecedor de una buena crítica y del aprecio de los amantes de este género.
¿Hasta qué punto es ético que estas empresas pueden vender nuestros datos? Sabemos que se los proporcionamos voluntariamente, al descargar una aplicación autorizamos a estas corporaciones usar a su antojo todo lo que tenemos en nuestros aparatos. Y no conformes solo con estos también desean nuestros rostros, se los servimos con candidez pasmosa como si fuera un juego de niños mediante aplicaciones como Faceapp, pero ¿cuáles serán los reales propósitos con estos rostros? ¿Qué harán con ellos?
Las elecciones del próximo año nos presentan un escenario complejo, se habrán de elegir todas las posiciones directivas del país, demasiados candidatos y cargos en juego. Podríamos suponer que mentes retorcidas de ‘‘asesores’’ o candidatos preparen su versión aplatanada de EGH. Ojo avizor a los contenidos que inundarán las redes, lo presenciamos en este documental, y si en algo los políticos dominicanos han demostrado ser buenos es en copiar lo malo de otros países. Por ¿ODEBRECHT? Vea ‘uté’…
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