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DesBacho de Prensa

Escrito por: Raúl Pérez

Nadie paga en tiempo de crisis

Crisis personal puede ser una “malaria”, una “olla”, una “cuenca”, una “prángana”, o un “arranque” entre otras denominaciones.
Siempre hay crisis para el desempleado, o quien sufrió la quiebra de su negocio, o servicio para la “búsqueda”.
Otra situación se presenta cuando acontecen crisis nacionales.
“No hay quien pague”, dicen los afectados, quienes citan a los “centros espiritistas”.
Real o inflado, cualquier acontecer puede ser pretexto para ser interpretado para no saldar deudas aunque sea al pulpero.
Un “escaso” circulante, de divisas, etc., son excusas frecuentes.
Cada sector tiende a salvar sus ingresos o reservas.
Y como consecuencia, a restringir los gastos o ‘diferir los pagos’.
Esto hacen empresas con sobrada disponibilidad.
Los que tratan de evadir pagos posponen su compromiso de manera indefinida.
Solo pagan quienes advierten un “bajadero” para renovar o asumir una nueva deuda o fiao.
Una tendencia es pagar y pedir nuevas mercancías, cosa que se interpreta como “un reenganche” del fiao.
Pero quien fía también se repliega en tiempo de crisis.
Hay quienes suspenden “el crédito” en tiempos de crisis, mientras despliegan una ofensiva de cobros.
Siempre aparecen sondeos o “estudios” que libran al gobierno de responsabilidad en la “situación” del país, con el agregado de que circulan “rumores mal interesados” para confundir la gente.
Bajo crisis real o “insuflada”, la gente no entiende la recurrente espina del alza en los precios de los combustibles.
Un comentario “de boca en boca” es que las alzas en los precios de los combustibles está sonando como “lubricante” a la situación en Haití.
Mientras tanto, el expresidente Michelle Martely se espantó y abrió gas para enviar vía aérea a sus hijos y esposa a territorio dominicano. Da la impresión que “quien tiene hechas tiene sospechas”. ¿Qué dicen los lectores?