Hemos dicho y reiterado que el maestro Faustino Pérez logró una joya de investigación editada en su obra Diccionario de Gestos Dominicanos.
Esta es una muestra de una multiplicidad temática respecto a la boca.
En nuestro idioma existen numerosas frases idiomáticas y refranes, tanto los formales así como también coloquiales y vulgares; que emplean ese vocablo: «cerrar la boca», «callarse la boca», «de boca en boca», «en boca cerrada no entran moscas», «por la boca muere el pez», «no abrir la boca», «a pedir de boca», «quedarse con la boca abierta», «hablar por boca de otro», «hacérsele la boca agua»….
También hay ejemplos que se relacionan con ella, pero sin mencionar el término boca: «los peces grandes se comen a los chicos», «de esta agua no beberé», «darle a la lengua», «de los dientes hacia fuera», «a regaña dientes», «diente de ajo», «diente de leche», «dientes largos», «hablar entre dientes», y muchos más. Relacionados con la fraseología, están –de igual manera– los sonidos guturales, las exclamaciones, las interjecciones, las onomatopeyas, los tacos, y muchas palabras cortas y expresivas.
Pero la boca es capaz de comunicar sensaciones, ideas y sentimientos sin articular palabra alguna; y no solo las personas, sino los animales incluidos. Si vemos a un perro mostrando los dientes y gruñendo, hay que tener cuidado con el animal. En cambio, si una chica saca la lengua y la pasa alrededor de los labios, señala que algo está bueno y que, por lo tanto, le gusta.
No conviene olvidarse de la foto que muestra los labios carnosos de Marilyn [Monroe], la cual se ha convertido en un estereotipo de mujer sensual; o la boca en forma de morro que pone el niño consentido al llorar.