Escrito por: Karina Castillo
Todos reconocemos la importancia del abecedario para incurrir en el mundo de la lectura y escritura y, ¿qué mejor manera de hacerlo que en contexto?
Esto es lo que ha logrado César Sánchez Beras en su libro, De la A a la Z, República Dominicana, al conectar cada letra con una palabra relacionada a nuestra cultura. De esta forma, podemos leer poemas como el siguiente, dedicado a la B:
“Cerquita del río
pegado a camino
el pueblo taíno
construye el bohío.
De noche…sin frío.
De día…sin calor”.
Además, nuestro autor menciona aspectos importantes de nuestra historia cuando de Duarte expresa:
“Un niño tuvo el gran sueño
de que en la paz o en la guerra
hay que defender su tierra
con bravura y con empeño”.
La naturaleza también es exaltada con la F de Flamboyán:
“En medio del monte, una flor herida de luz encendida, pintó el horizonte”.
Y es así como en todo el libro, cada letra está enlazada a una palabra y esta a un elemento de nuestra identidad. Estos poemas o “letras poetizadas” incluyen una llana definición de la palabra a la que va dedicada, lo que hace aún más beneficioso para al joven lector.
“Quisqueya me dio el bohío…
la tierra me dio el río,
los montes y las sabanas…”
Y César Sánchez Beras nos ha dado sus poemas, llenos de color, calor y musicalidad, lo que constituye un aporte a la literatura infantil, más allá de aspectos de lecto-escritura. Con ellos se incentiva el amor por los versos. Es un homenaje a la belleza, riqueza cultural, valores dominicanos y latinoamericanos, lo que lo hace una joya literaria invaluable.