Cuando yo era niño el mundo era diferente:
La gente se pasaba el plato de comida y, cuando uno iba a pelear, se quitaba la camisa.
Comíamos maní en el cine, en vez de palomitas.
Los muertos se velaban en las casas y tenían a un comediante plebe para que la gente amaneciera.
La gente se mataba los piojos echándose gas en la cabeza.
Los lápices se cortaban en dos y se dividían entre dos hermanos.
En la casa, los zapatos eran de todos los que calzaban ese mismo número.
A los policías les decíamos los indios, y a la yipeta que usaban le llamábamos ‘Griselda’.
Se usaba dientes de oro.
Cuando yo era niño, Balaguer siempre fue presidente.
En el cuadro de comedias del Show del Mediodía todos eran estrellas.
Los estudiantes y los policías eran enemigos.
¡Qué tiempos aquellos!