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Cuando la mar bota peces. Cuentos para escolares de Virgilio López Azuán.

Escrito por: Karina Castillo

Los once cuentos de Virgilio López Azuán, presentados en su libro Cuando la mar bota peces, tienen un denominador común: la naturaleza cobra vida con sus palabras. En su manera de ver el mundo, el autor nos narra historias en donde los amigos más extraños se encuentran y hasta se enamoran.

Es así como podemos leer acerca del diálogo entre una nube y un pez, o el toro que insiste en conquistar a la luna.

A través de estas historias, López Azuán nos habla de la danza de los planetas, del círculo que por poco pierde su identidad y de cómo surgieron las Bellas Artes. Además, muestra  a las ciencias como cosa sencilla y explica el por qué de las palabras.

En su libro, nuestro autor llega a tratar a los sentimientos como si fueran personas. Es por ello, que “Nostalgia se convierte en bolero” al observar la mariposa e imitar su vuelo, y así huir de los “los hilos de pena que trataban de alcanzarla.”

El ciclo de las estaciones se muestra En Volver en Navidad. Comenzando con la primavera que, “renacida de Invierno, … ve entrar a Junio, y con él las claras tardes de los sueños”, y luego de atravesar Otoño con sus añoranzas, de vuelta al frío, “las manos se llenan de ampollas de tanto arrastrar el árbol”.

La historia “Cuando llueva para arriba”, es casi un poema. En sus líneas nuestro autor nos dice acerca de “la tierra que luchaba con ser la misma tierra, y el cielo, el mismo cielo”, aunque todo se encontraba invertido: El sol emitía sus rayos hacia la galaxia y “la luna, acostada en los Montes Urales, dormía un sueño”… “Los hombres dejaron de andar sobre sus pies, y usaron sus manos para ello.”

Virgilio López Azuán, en Cuando la mar bota peces, refleja su preocupación por un mundo contaminado: ¿qué nos diría el mar, qué nos dirían los peces al ver el desastre causado por los humanos? ¿Qué pasaría si los habitantes del océano y los de afuera se unieran para salvar su hábitat? Puede ser que las personas, que solo piensan en “sus selfies y en el boom de las redes sociales”, hasta “limpien” la superficie del océano. Sin embargo, si no se llega hasta lo profundo, a la conciencia, ese mismo mar, irremediablemente, seguirá “botando peces”.

Son las historias entregadas en este libro, un resultado de una aguda observación del entorno y la naturaleza humana, y nos motivan a ir más allá de las palabras, conectándonos con los sentimientos, emociones y valores humanos hasta hacer la diferencia.