El dominicano es tan ‘corista’ y tan bochinchero, que vive pendiente del más mínimo evento que convoque gente, pa’ él ponerse donde el capitán lo vea. Lo que para un ciudadano de otro país es algo tan sencillo y tan simple, pa’ nosotros, cualquier cosa, es un evento de primera categoría.
Enumeremos unos cuantos de esos sucesos para que ustedes vean que no les miento:
*Un accidente.
*Un pleito e’ perros.
*Los camiones de INESPRE.
*Un camión dando agua.
*Un velorio.
*Un político en el barrio.
*Un karaoke.
*Una repartición de lo que sea.
*Unos 15.
*Una fogata.
*Un borrachón necio.
*Un operativo médico.
*Dos personas mirando pal’ cielo.
*Uno que vocee: «¡Un ladrón!»
*Una mudanza… y así…
