Escrito por: Víctor Reyes
No deja el celular en cualquier sitio, y si lo deja es con clave.
Se aparta para recibir ciertas llamadas.
Tiene otro perfume en su carro igual al que tiene en su casa.
A veces sale con una ropa y misteriosamente llega con otra.
No llega a la misma hora a su casa, siempre tiene reuniones de trabajo o juega algún juego que lo mantenga lejos de su casa.
Siempre tiene las mismas excusas: se me dañó el carro, tuve que llevar a un compañero de trabajo al médico, tengo un viaje de negocios, y al jefe se le ocurrió una reunión hasta altas horas de la noche.
Tiene amigos que lo tapan y dicen que andaban juntos si le preguntan al otro día.
El hombre infiel busca excusas para salir de la casa, y se quilla con la cena que le sirven y lo coge como excusa para irse de la casa.
El hombre infiel tiene un hijo al que le tiene más confianza que todos los otros, ese lo apoya y no lo chivatea.
El hombre infiel es muy caballero con todas las mujeres para que la esposa no sospeche de ninguna en especial.
El hombre infiel duerme con un ojo abierto y el otro cerrado, y cuando la mujer se quilla porque vio algo, él duerme en otro cuarto y le pone seguro a la puerta para evitar vainas.
El hombre infiel se desaparece de repente, sale de madrugada como los ladrones y siempre tiene varios amigos que lo llaman tarde en la noche para que lo pase a buscar dizque porque está queda’o en un sitio.
El hombre infiel vive dándole bolas a todas las mujeres del barrio, y tiene todos los teléfonos de ellas, pero los guarda con nombres de hombres.
El hombre infiel se descuida tanto comiendo fuera, que un día llega a su casa y se da cuenta que hay alguien comiéndose la comida que él no se come, poniéndose la pijama que él no está usando, y calentando la cama que él no calienta.