¿Quién no quisiera tener la muela de Cristián Casa Blanca, la gracia de Cuquín y los años de Fefita?
¿A quién no le gustaría, ser hijo de Pepín Corripio, tener la labia de Leonel y tener el WhatsApp de Donald Trump?
¿A quién no le gustaría saber la marca del tinte de Aguiló, tener la energía del Pachá y sacarse ahorita la loto?
¿Quién no quisiera ‘jartarse’ sin engordar, ser el novio de Milagros Germán y el marido de Mariasela Álvarez?
¿Quién no quisiera tener el físico de Eddy Herrera, los millones de Juan Luis Guerra y la suerte de ser el masajista de Jennifer López?
¿Quién le negaría un favor a su jefe, un abrazo a la Condesa y un ladito en su cama a Luz García?
¿Quién no querría tener el teléfono del Presidente, el apoyo de la Policía; tener seguras las tres calientes y algunas frías?
¿Quién no quisiera tener, de Estados Unidos, la ciudadanía?
¿Quién no quisiera tener una hija casada con un millonario, un hijo en las Grandes Ligas y a tu suegra que no sepa dónde tú vives?
¿Quién se niega a una vieja que nos mantenga, a una joven que nos entretenga y cuando nos enfermamos a una vecina que nos atienda?