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Johnnié Mercedes (no.51)

POR:


Lenguaje gráfico: Cristian Hernández

1 . ¿De dónde nace tu pasión por el teatro?

JM: Es algo inexplicable, pues en mi familia –aunque hay mucho talento entre mis tíos, abuelos y demás–, a nadie se le ocurrió ponerse en esto; es una necesidad muy grande de querer decir cosas por medio al teatro, desde muy temprana edad ha sido esto, y aún tengo hambre de ello.

 

2. ¿Cómo sucede que pases de ser desconocido a un actor cotizado?

JM: No sé hasta qué punto lo de cotizado ja ja ja ja, pero creo que cuando una persona se entrega a una carrera con la seriedad, la energía, la pasión, fe y la disciplina como yo lo he hecho, lo más natural es que en algún momento se vean los frutos. Mis inicios fueron a muy temprana edad, pero en la formación, soy un artista académico y siempre he trabajado, creo que cada proyecto en el que te encarrilas te trae nuevos frutos y subes peldaños, algunos más que otros, pero vas subiendo. Pienso que eso ha sucedido en mi carrera.

 

3. ¿Se pasa mucho trabajo siendo actor? ¿Cuál es tu receta?

JM: Sí, son muchos los sacrificios y es una carrera muy exigente, tienes que darlo todo por el todo para poder escalar, no aceptar medias tintas, por lo menos en las primeras etapas. Yo siempre doy todo, pero sin descuidar a mi familia a quien también le doy todo, la cuestión es ponerse dos anteojeras y darle para adelante.

 

4. La gente de teatro ha estado haciendo demandas al Gobierno vía Ministerio de Cultura. ¿En qué le falló el Gobierno y cómo se puede enmendar?

JM: Creo que no les interesa mucho

 

el asunto cultural, el asunto no es enmendar, sino querer realizar el trabajo y todas las ideas en proyectos que la clase teatral ha hecho en diversos encuentros y reuniones de trabajo, todo está escrito; es, simplemente, plasmarlo a la realidad, no hay voluntad política, se piensa que las actividades culturales son una pérdida de tiempo. Hasta que no se cambie esa visión errada seguiremos mal en la cultura… por ende, también como nación.

 

5. ¿Por qué es importante el teatro para el pueblo? Porque los médicos, los maestros y los «senadores» también se encuentran en una posición muy vulnerable.  ¡Mira tú que la senadora no tiene ni para un botellón de agua!

JM: Siempre he dicho que el teatro es un reloj despertador de conciencias y de mentes cerradas. Si logramos eso, tendríamos un monstruo inteligente para el Estado llamado PUEBLO; no creo que a políticos como los que nos han tocado, les interese que eso ocurra. Hemos subestimado a los políticos, siempre decimos que son brutos, pero no es así; saben muy bien lo que hacen y lo que no hacen. Un teatro vivo, latente y metido en el pueblo es un arma en contra de todo aquel que quiere gobernar para beneficios personales. El teatro, la cultura a nivel general, es hermana siamesa de la educación y eso no es bueno para gobiernos como la mayoría de los que tenemos en América Latina.

 

Con una cultura sólida, tuviéramos mejores alumnos porque nuestros profesores fueran más eficientes, con una cultura desarrollada, hubiese menos muertes por negligencia médica y su sensibilidad fuera innegociable, con un teatro tan vivo como el pueblo, la senadora que necesita agua, fuera empleada doméstica, pero no mediocre.

 

6. En tu familia hay algo en el agua. Tú,  Clara y Akuharella aman el teatro: ‘explícame de nuevo’, ¿eso por qué?

JM: En mi núcleo familiar hay mucha agua y mucha tierra y mucha naturaleza ja ja ja ja. Entre la actriz y escritora Clara Luz Lozano y yo hemos formado una familia de mujeres que amamos. Akuharella, que aunque su gramática es diferente el sonido es el mismo y su significado también, «pintura de agua». Rría es nuestra segunda hija; una Rría es el encuentro del río con el mar. Gaia nuestra más pequeña «madre tierra».  Ellas han nacido en un escenario, entre cámaras y tablas, entre guiones y ensayos, y todo actor de este país es su ‘tío’ y ‘tía’, ¿qué más podíamos esperar?, ja ja ja ja… A lo mejor luego otra carrera, ya veremos, pero por ahora, ellas disfrutan de la pasión por el arte y tienen un talento muy bien desarrollado que les permite ejecutarlos como si fueran profesionales adultas. Estoy feliz con ellas.

 

7. ¿Qué prefieres cine o teatro… y dinos qué le ves a cada uno?

JM: Cine y teatro yo diría, pues la «o» me pondría en una situación de elección y no quiero alejarme de ninguna de las dos, ya que siempre he sido de ellas. Una es mi padre y otra mi madre. Sería como preguntarle a un niño a quién quiere más de los dos, se queda mudo o dice: «a los dos», pues yo te diré que a los dos. Los dos me apasionan y eso no se ve, se siente.

 

8. ¿Qué política pública podría impulsar la nueva gestión de Cultura para dar al teatro dominicano nuevas oportunidades de desarrollo?

JM: Sería muy interesante e importante si el Ministerio trabajara de la mano de los artistas, y lográramos una Ley del Teatro y una Ley de cada una de las Artes. Si eso se hace, te aseguro que en diez años tenemos una mejor nación.

 

9. ¿Por qué hay un Broadway en Manhattan y no hay su equivalente en Santo Domingo?

JM: Por la misma razón que en Uruguay hubo un presidente como José Mujica, y aquí decenas de senadores como la que dice no tener dinero para una botella de agua.

 

10. ¿Qué tipo de desarrollo profesional le espera hoy día a un egresado de Bellas Artes?

JM: Es algo muy incierto, pero los sueños son para cumplirlos, hacerlos realidad y, si les ponen ganas, aunque el país no les brinde las oportunidades, se puede lograr. Pues el teatro es una actividad milenaria y siempre habrá muchas cosas qué decir por el teatro, lo que significa mucho trabajo para los egresados… a menos que su interés sea el de ser una simple figura o «estrella» que son más etiquetas decorativas que artistas que pueden decir algo con y por el arte. Solo tienen que seguir su sueño.

 

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