EB: Para establecer el momento en que sentí atracción hacía la literatura infantil tengo que remontarme a mi niñez, a esa época en que mamá (quien en realidad era mi abuela materna) se pasaba horas narrando historias mientras pedaleada en su máquina de coser, entretanto yo a su lado me sentada para escuchar. Ella poseía el arte de narrar y el don de la creatividad, recuerdo que la historia de «Hansel y Gretel» mamá la contó una y otra vez, y para mí era como si escuchara la historia por primera vez.
Cuando me trasladé a vivir a Nueva York tuve que enfrentar la tarea de educar a mis hijos, Karla y Luis. En varias ocasiones traté de conseguir libros infantiles en los que estuvieran presentes algunas características de nuestra cultura e identidad. La búsqueda fue inútil. En ese momento, lo que se refería a trabajos de literatura infantil dominicana era muy reducido. No contábamos con una representación extensa de ese género literario.
Como diseñadora gráfica, había publicado otros textos, sentí que debía escribir literatura infantil, no solo para mis hijos sino para todos los niños, así nació mi primer libro infantil Trucando quería que conocieran sobre nuestra cultura y tradiciones. Comencé a escribir sobre los recuerdos de mi niñez, preguntaba sobre su niñez a todas las personas mayores que estaban a mi alrededor. Creo que un libro debe ayudar a los padres y a los maestros a trabajar con los niños; pero lo más importante es que para el niño su lectura sea divertida. Es por eso que cuando escribo siempre tengo presente a mamá, fue ella la que me enseñó a hilvanar historias donde todo puede suceder; como ser amiga de la lechuza, las iguanas, el gallo manilo, los zumbadores y la Cigüita Mamonera.
EB: Ellas están estrechamente relacionadas, se nutren mutuamente. Como escritora es una oportunidad valiosa que me permite hacer una evaluación constante de lo que escribo. Pero lo más importante es que ambas profesiones tienen propósitos similares; crear lectores activos, facilitar a través de la lectura un acercamiento socio-emocional entre los padres y los hijos y ayudar a los estudiantes en el desarrollo del vocabulario y la comunicación. Es lograr que lo estudiantes se sientan entusiasmados a aprender y expandir su conocimiento a través de la lectura para alcanzar el éxito académico.
EB: Es un problema de formación ciudadana. Debemos seguir educando a la población sobre los beneficios positivos que tiene el regalar libros a los niños. Según tengo entendido con la creación de la Ley 87-01, Art. 134 -139, se establece como esencial de la educación temprana para el beneficio en el desarrollo del niño, la creación de las estancias infantiles. Son importantes. En ellas se ofrece a los niños atención física, educativa y afectiva. Y se les suministra materiales didácticos para su aprendizaje.
EB: Los padres son los principales maestros de sus hijos. El proceso de la lectura se inicia desde el momento del nacimiento del niño y continúa hasta que llega al tercer grado. Los niños comienzan a aprender los sonidos, reconocer las voces, las risas y las canciones de cuna. De esta forma se inicia la relación afectiva con la madre, el padre o la persona que lo cuida. En esa misma manera se inicia el proceso intelectual a través de la exploración del medio que le rodea. En esa primera etapa se inicia el proceso del lenguaje, aprenden sobre los libros y sus ilustraciones, a diferenciar los sonidos de las palabras, a conocer sus significados y a desarrollar de manera intelectual en el niño su capacidad para emitir juicios propios. La lectura es una fuente de inspiración para que el niño cree su propia historia al dejar fluir su capacidad creativa.
EB: El pasar tiempo los padres e hijos tiene resultados positivos en la formación cognitiva y socio-emocional del niño, la conexión incide en el niño en todas las áreas de su educación y fortalece la relación afectiva entre los padres e hijos. A través de cuentos, juegos, cantos, rimas y lecturas; las familias tienen la oportunidad de compartir y relacionarse con otras familias para disfrutar de un momento sano, educativo y divertido en un ambiente apropiado para que el niño aprenda.
EB: Al finalizar la Feria cada año, se hace una reunión para evaluar aquellas cosas que se consideran debemos mejorar. En lo que al pabellón infantil se refiere, hemos ido creciendo poco a poco cada año, en participación de público y de los escritores infantiles dominicanos y de otras nacionalidades que realizan sus lecturas y actividades. Cada feria es un reto nuevo al que debemos enfrentar, llenar las exceptivas del público, ofrecer presentaciones de alta calidad para el disfrute de los pequeños y sus familias.
EB: La persona que no lee es poseedora de un conocimiento limitado que lo incapacita en llegar a tener un desarrollo personal positivo. Contrario a un buen lector que acumula conocimiento, con capacidad de valorar la condición humana, la historia y la cultura. Esto le permite cultivar su lenguaje y mantener una buena comunicación con las personas.
EB: No puedo generalizar, pero en mi opinión, existe una debilidad con relación a la capacitación profesional del personal que tiene la función de instruir en las aulas. Desde hace unos años tengo un compromiso conmigo misma de llevar cada año una o dos conferencias para maestros, como parte de mis actividades durante la feria del libro en Santo Domingo.