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EDDAVIEL

POR: Edison Montero

Conocí a Eddaviel en Barahona, durante el pasado siglo, cuando el internet aún no era tendencia y sostener un celular por 5 minutos era el equivalente a varias jornadas de ejercicio. Nuestra infancia transcurrió monteando, saltando al trúcamelo, cero mata cero, la vitilla, la plaquita, el topao’ y las escondidas. Salíamos de un carrito e’ caja e’ bola a la bici, o simplemente a correr gomas en calzoncillos bajo la lluvia. Corríamos a la única casa con «telecable» de todo el bloque, en donde se juntaba el coro para ver Dragon Ball, antes de su llegada al canal 11, y la creación de «La Hora de los Saiyayines». Vivimos los Caballeros del Zodiaco, los Power Rangers, las Pepsi Cards, los Mega Tazos, el impacto de Jordan y los Chicago Bulls. Crecimos amando a los grandes clásicos del merengue, pero fue con Mago de Oz y Héroes del Silencio que quedamos verdaderamente atrapados. Cuando íbamos al club de videojuegos, a mi me encantaba la velocidad de Sony en el Sega, y él se volvía loco con las aventuras de Zelda y Súper Mario Bros en el Súper Nintendo. Desde pequeños nos enamoramos del cine con La historia sin fin, Back to the Future, el 5to Elemento y Star Wars. Recuerdo cuando cogíamos papel, lo bañábamos en aceite y con una caja y una vela del otro lado hacíamos proyecciones de mini-películas junto a los demás niños. De esta técnica llegamos a nuestros primeros dibujos en donde el aceite era la parte más importante para poder calcar las portadas de los cuadernos, las postalitas y los dibujos de Dragon Ball que hacía mi hermano mayor.

Durante la escuela éramos hiperactivos y cómplices completos, el objetivo era hacer las tareas súper rápido para que nos diera tiempo a dibujar entre los libros y cuadernos, hacer travesuras con los demás niños o leer algún libro en la pequeñita biblioteca de nuestra querida Leonor Feltz, y no dejar pendientes para la casa, ya que podrían limitar nuestras aventuras. Aprendimos a leer con el Nacho, con algunos libros dominicanos que junto a Azul de Rubén Darío y María de Jorge Isaac nunca nos gustaron y empezamos a amar a El Principito y las aventuras de Julio Verne.

Escribir sobre estos mágicos días y pensar en Eddaviel es sumergirme en el libro que los años van escribiendo sobre nuestra memoria y con ello hacer una radiografía del sur, ese espacio geográfico que nos define. Nacidos en Barahona, en el seno de una familia católica, con un abuelo conocido como uno de los grandes brujos o curanderos de Elías Piña, un padre Sanjuanero dedicado al comercio, de quien aprendimos el valor de la vida y la infinita fuerza de voluntad; abuelos maternos dedicados a sus conucos oriundos de Boca del Palmar, Galván de Neyba y una madre educadora y comerciante que nos enseñó el amor por la vida, la constancia y a seguir nuestros sueños. Como hijos del sur, los mitos y leyendas populares crecieron con nosotros convertidos en historias de camino, creencias en que la vecina era bruja, que Deóleo tenía un Bacá, que fulanito ‘tá resguardao’ o que Julito había visto una Ciguapa.

Así fue como salimos de los 90’s siendo parte de los chicos raros que «bebían sangre de pollo y dibujaban cosas extrañas», esos incomprendidos del barrio amantes del rock y el metal, la ciencia ficción, la fantasía, la mitología, los videojuegos y sobre todo EL DIBUJO. El nuevo milenio nos trajo la revista Nintendo y en ella un suplemento con los primeros cómics de Marvel que jamás habíamos visto en la vida. Empezamos a hacer nuestras primeras historietas. Conocimos nuevos dibujantes y luego vino el internet para cambiarlo todo y abrirnos a un mundo de información infinita que acabaría por aportarnos lo necesario para definir nuestro futuro. En el 2007 empezamos a estudiar Diseño Gráfico en la escuela de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en donde junto a otros amigos realizaríamos la primera exposición de manga y cómic en Dominicana «MCD» que daría lugar a la fundación de Moro Studio, una empresa dedicada a la creación de historietas, entre las que destacan; «Sueño de Héroes» 2009, «El Manual del Coleccionista» 2010, «Duarte como nunca antes visto» 2016 y «Las Vacanas», 2017.

Poco a poco me convertí en su sombra, siguiendo todos sus pasos y experimentos en diversas ramas del arte (escritura, cómic, ilustración, videojuegos, muralismo, animación, escultura y recientemente, la actuación): desde nuestro trabajo de tesis de grado «El uso de mitos y leyendas dominicanas para la creación de cómic educativos como suplementos en los periódicos nacionales» realizada en el 2013, la creación de la Fundación Trúcano junto a familiares y amigos con el objetivo de utilizar las ciencias y las artes en general, cambios positivos en la región sur, la participación en diversos movimientos artísticos como el Colectivo, Transitando Art, Muralizando RD, Hoy Santa Bárbara, Azuei (intercambio cultural RD-Haití) y el colectivo de literatura especulativa Mentes Extremófilas. Ilustrar para diferentes productoras cinematográficas, publicitarias y casas editoriales nacionales e internacionales y en el 2015 nombrados por la Sala Capitular y la Alcaldía de nuestra ciudad natal, Barahona, como «artista visual hijo distinguido de la ciudad». Nuestra obra ha recorrido calles, museos, galerías y centros culturales en República Dominicana, Puerto Rico, Cuba, Haití, Argentina, Estados Unidos, Suecia y Francia.

Muchas son las experiencias vividas hasta la fecha. Es compleja la creación de un texto capaz de expresar con exactitud los momentos de plenitud que hemos tenido en este camino elegido, lleno de aventuras y desventuras. Desde ser artista visual invitado para Afropunk París, con la realización de un performance de pintura en vivo, mientras Lenny Kravitz, Zoe Kravitz, Lianne La Havas, Jaden & Willow Smith, Young Paris y otros grandes de la música cantaba… Pintar un mural en homenaje al padre de la ciencia ficción «Julio Verne», en Nantes su ciudad natal, intervenir un muro en la escuela «Spinneriet Graffiti School» de Malmö, Suecia, plasmar junto a las comunidades los sueños de nuestra amada Quisqueya, en gran cantidad de muros, hasta elaborar una obra en homenaje a Virginia de Peña de Bordas en las paredes de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana.

Hoy, conformamos un excelente equipo que busca crear una fantasía Afrocaribeña a través de la expresión de los rasgos africanos, mezclados a la cultura taína y elementos europeos que se fusionan para crear lo que es el Caribe. Tres continentes que forman la diversidad cultural de nuestra tierra. Mientras él me muestra sus visiones y me hace cómplice de su mundo creativo, yo me dedico a la escritura, los asuntos legales, cobrar cheques y firmar los trabajos de ilustración que no identifican su espacio ideológico y sólo traen comida a casa.

Sin más, me despido con una de nuestras citas favoritas, sacada de Toy Story:

¡Hasta el infinito y más allá!

Redes sociales: @eddaviel Web oficial: www.eddaviel.com

Correo: eddaviel@gmail.com

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