Lenguaje gráfico: Cristian Hernández
Si la gente debe llamarse con un nombre parecido a la personalidad, la poeta y profesora Cristiane Grando debería llamarse «Luz» o «Alma». Un nombre que transmita paz y la sensación de lo que es etéreo. Cris, no pesa. Es talentosa y un gran ser humano. Doctora en Letras por la Universidad de São Paulo, se especializó en la obra de la escritora brasileña Hilda Hilst. Vivió en República Dominicana durante seis años, tiempo en el que se dio a conocer por su intenso activismo cultural como directora del Centro Cultural de Brasil. |
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CG: Participé en un concurso para ser profesora en la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA) que está en la ciudad de Foz do Iguaçu que hace frontera con Puerto Iguazú, Argentina y Ciudad del Este, Paraguay. Fui admitida como profesora y ya hace dos años que soy profesora de portugués para extranjeros porque la mitad de nuestros alumnos vienen de América Latina y el Caribe.
Además de la enseñanza, trabajo con investigación en la temática de poesía y Extensión Universitaria. Uno de mis proyectos se llama «Panambí», que significa mariposa en guaraní, es un proyecto que ya existía cuando llegué y la coordinadora de entonces, Alai García Diniz, –al tener que irse– buscaba a algún profesor que le pudiera dar seguimiento a «Panambí». ¿Qué es «Panambí»? Es un proyecto de enseñanza de poesía, música como performance y como poemas aprendidos de memoria.
Este proyecto comenzó en el 2012 en una biblioteca comunitaria llamada Ciudad Nueva y ese proyecto, inicialmente, trabajaba con los idiomas portugués, español y guaraní; entonces los niños aprenden dos o tres canciones en guaraní, aprenden poemas y canciones en español y muchos poemas y canciones en portugués. Desde el año 2015 hasta hoy, cuando yo tomé la coordinación, sigo haciendo lo que ellos hacían, pero también incluimos canciones en francés [canciones para dormir(nanas)].
Trabajamos con estos niños y adolescentes, dándoles el deseo de aprender poesía, música, idiomas extranjeros.
2. Ustedes dan clases en una universidad, pero trabajan con niños, ¿cómo es ese acercamiento a esos niños?, ¿de dónde salen? |
CG: Salen de proyectos de Extensión Universitaria porque la extensión universitaria busca llevar a barrios periféricos los conocimientos que se desarrollan en la universidad, entonces, hoy la universidad tiene más de 140 proyectos de extensión de todas las áreas… humanas, biológicas y exactas. El «Panambí» es el proyecto que ganó en primer lugar en 2016.
3. ¿Cómo surgió la idea de «Cajas de poesía»? |
CG: Mirando unas cajitas de plástico pequeñas que tenían dibujos, por ejemplo unas estrella, una mariposa, un girasol, esas fueron las 3 primeras cajitas… Yo pensé: «qué lindas, qué coloridas, podría imprimir poemas con la misma temática y ponerles dentro y los niños solo tendrían que abrir y ver lo que hay dentro»; entonces, esas cajas se transformaron en una brinquedoteca. Como una biblioteca, se llama brinquedoteca, que tiene varias centenas de cajas, la mayoría de plástico de formato pequeño, mediano… y juguetes, poemas, canciones en varios idiomas y los niños –al estar frente a las cajas– decide lo que quiere abrir, leer o cantar. El año pasado, 2015, fue premiado. Las «cajas de poesía» ganaron el premio que fue un trofeo en bronce de Innova City (Innovación social).
4. ¿Qué valor tiene este proyecto? |
CG: Esto es importante porque valora la lectura en voz alta, valora la lectura en silencio, el contacto con el libro, porque además de libros de poesía también trabajamos con cuentos, este año (2016) conseguimos una contadora de historias (cuenta-cuentos) en portugués. Cada semana (una vez a la semana) ella elige un cuento diferente y cuenta con toda la magia de una persona que está preparada para hacer eso, entonces así ellos tienen ese contacto con el libro, con la música, con el cine, porque a veces pasamos cortos. Es una forma de sensibilizar el arte para el niño, pero con un enfoque un poquito más dedicado a la poesía y a la música infantil.
5. ¿Cómo UNILA se involucra con lo cultural del latinoamericano… con la forma de mirarse a sí mismo? |
CG: Yo tengo una visión de que estar trabajando y convivir con personas que piensan de esta forma de que nosotros tenemos nuestro tesoro, nuestra identidad, nuestra cultura, nuestros idiomas que deben ser valorados como por ejemplo el guaraní, que se habla en Paraguay como idioma oficial… en Argentina, en Brasil no como oficial, pero hay gente que lo habla, aprenden desde pequeños, entonces eso se valora en la práctica, cuando un alumno es descendiente de Paraguay o paraguayo y tenía vergüenza de su idioma porque los demás compañeros hablan portugués y ellos hablan español (y guaraní en la casa), entonces hay casos reales de niños que tenían vergüenza de ser diferentes y al ver que, por ejemplo, nosotros llevamos música, poesía traducida al guaraní, ellos ven libros publicados en guaraní, que usamos como método de enseñanza y entonces pasan a tener una mirada diferente hacia sí mismos y hacia su familia.
Ellos se dan cuenta que lo que pasa localmente es valorado, su cultura, su idioma, seguramente es un cambio muy grande porque la sociedad tiende a valorar lo europeo, a valorar Norteamérica y no valorar Latinoamérica y no valorar la cultura local, nuestros idiomas, el portugués, el español, el guaraní… y ellos como ven que eso es algo que vivimos, estamos constantemente en eso… Foz de Iguazú tiene eso, que es una pluralidad de idiomas y de voces y de gentes.
Hoy tenemos los haitianos, casi 100 alumnos haitianos en UNILA hace más de un año y medio; estos alumnos llevan con ellos, además de cultura haitiana, el francés y el creole, el idioma de ellos, comienzan a ver esa apertura también hacia Haití; ellos, por ejemplo, se están involucrando en enseñar francés y creole como Extensión Universitaria también. ¡Ahora faltan los dominicanos!
6. Cuéntanos sobre eso, ¿cómo es que vamos a cruzar el charco? |
CG: UNILA está en comunicación con la Vicepresidencia de República Dominicana y con, no sé si todavía, pero yo les di los contactos del Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT), que sería una forma de tener esa comunicación más fluida y también de la Embajada de Brasil y el Centro Cultural de Brasil-República Dominicana, o sea al visitar la Embajada y el Centro Cultural les solicité que nos ayuden en la promoción de que UNILA es una universidad gratuita completamente, puedes hacer grados y post-grados sin pagar nada porque el gobierno de Brasil paga toda la enseñanza de 29 cursos de grado y algunos cursos de post grado: especialidad, maestría y algunos doctorados.
En la página de UNILA www.unila.edu.br/es se detalla la información. La universidad es bilingüe portugués-español, la única universidad bilingüe en Brasil, entonces al entrar a un curso de grado (licenciatura) si un alumno se postula no tiene que saber portugués, puede llegar sin saber nada de portugués porque va a tener un año y medio de clases de portugués.
En este momento están abiertas las inscripciones de grado, se abren una vez al año. Y los interesados pueden solicitar al MESCyT para apoyar con una beca de vivienda y transporte, porque el alumno debe mantenerse en Brasil: su comida, su vuelo hacia Brasil, entonces los gobiernos, en general, dan una beca para el alumno de manutención, pero no hay que pagar nada a la universidad; si son cuatro años, cinco años, no hay que pagar nada. Es totalmente gratuita; lo bueno es que son 29 cursos de grado desde medicina, ingeniería, hasta cine, arquitectura, relaciones internacionales, letras (dos cursos de letras), tenemos desarrollo rural; tenemos gran cantidad de cursos que son también con una perspectiva diferente, interdisciplinaria.
7. ¿Cómo es esa perspectiva interdisciplinaria? |
CG: Muchos cursos tienen una visión diferente, por ejemplo: Letras, Artes y Mediación Cultural; el alumno va a aprender un poco de cada arte, desde las letras hasta literatura, fotografía, cine, artes plásticas, performance y gestión cultural. Entonces, va a tener de esos cuatro años de estudios una diversidad de formas de trabajar el arte, que es un curso deseable a un gestor cultural porque el gestor cultural –cuando sabe un poco más de cada arte (de danza, de teatro de cine, de fotografía)– es más fácil que pueda gestionar un evento, conociendo el otro lado como producción. Los alumnos en esos cuatro años tienen que producir un poco de cine, un poco de fotografía, un poco de literatura, de crítica, aunque no se va a profundizar tanto porque, claro, si tiene cuatro años y tiene que dividirse en todo eso… pero yo lo veo como un curso ideal para un gestor cultural o mediador cultural.
Si quiere letras hay un curso que es portugués–español como idiomas adicionales, es un curso que se especializa más en las letras.
8. ¿Que tú crees que podemos aprender de ustedes (Brasil) y ustedes de nosotros (República Dominicana)? |
CG: Depende en qué situación, pero cuando yo trabajaba en República Dominicana tenía un puesto que me favorecía hacer esos contactos; traíamos bailarines para EDANCO desde Brasil; la función mía para traerlos de Brasil, trabajamos con teatros, festival de teatros, de Cúcara Mácara (Festival infantojuvenil de teatro) y muchos otros.
Ahora ya la situación es diferente, ahora estoy en una posición diferente que podría hacer eso, hacer una gestión de doble mano aunque nosotros siempre hemos apoyado que los dominicanos vayan a Brasil. De forma particular hice varias gestiones para exposiciones del fotógrafo dominicano Pedro Genaro Rodríguez; organicé exposiciones, portadas de revistas, cosas así, pero fue así, personal, que no lo hice como gestora cultural de la Embajada, lo hice porque admiro su obra, pero ahora desde la Universidad se pueden, sí, hacer contactos culturales para llevar arte dominicano.