Lenguaje gráfico: Cristian Hernández
Cuando hablamos de violencia, no debemos olvidar que la violencia es parte de un ciclo. ¿Por cuántos lados podemos analizar este fenómeno que ha llenado de intranquilidad a la gente? El Dr. Ysmael Paniagua, nos presta su lupa para mirar a fondo el asunto.
Ysmael Paniagua es director general de la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP) y coordinador nacional del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria bajo el amparo de la Procuraduría General de la República.
Entre otros estudios, es doctor en Derecho por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). También allí realizó la Maestría en Administración Penitenciaria.
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YP: La violencia es proporcional a la iniquidad, a la pobreza, a la falta de educación, de oportunidades, pero la violencia también es promovida desde sectores sociales con recursos para usar la pobreza como un instrumento para darle ejecución a sus actos delictivos. Ahora, ¿cómo se combate la violencia? La violencia se combate con inclusión social, con firme persecución del delito, con la sanción firme del delito sin impunidad, con rehabilitación, con programas firmes integrales de rehabilitación de las personas privadas de libertad por hechos violentos, a través de una batería de programas psicológicos, de inclusión social, de trabajo familiar, de trabajo de cambio de vida, de ofrecerle y darle una vida integral en prisión donde tengan educación, alimentación, salud, trabajo, recreación, deporte, que muchos no tuvieron y que al tú darles esa oportunidad durante 5, 10 o 15 años de privación de libertad en orden, en disciplina, en cumplimiento riguroso de un orden o programa de vida integral cada día, de seguro que vamos a tener un ciudadano que al salir de la prisión sea un ciudadano diferente. Así se combate la violencia, con inclusión social, con la persecución del crimen y el delito, con sanción del crimen y el delito sin impunidad, prisión para los que correspondan y programas integrales de rehabilitación, programas integrales de tratamiento, programas integrales educativos, programas donde la familia participe y para restablecer el tejido social que rompió el infractor con su familia y también trabajar con la víctima de manera que, sencillamente, simplemente, llene su corazón de amor, se perdonen ellos mismos, perdonen al infractor y desarrollen una vida en comunidad, en paz, en armonía, en progreso y en bienestar.
2. Cuando se piensa en cumplir una pena, tenemos el nuevo modelo penitenciario (con unas características particulares) y el antiguo modelo, cuéntenos las diferencias y parecidos, y cómo ambos modelos impactan la vida de una persona. ¿No existe en ese proceso algún tipo de privilegio? |
YP: Ambos modelos tienen un solo parecido, y es que ambos privan de la libertad de las personas y después tienen una gran diferencia, en uno se respetan los derechos, las normas internacionales, la Constitución de la República, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas, la ley 224 y el Reglamento del país para los privados de libertad, se le respetan sus derechos a la alimentación, a la educación, al trabajo, a desarrollar una vida integral en la prisión, a tener derecho a la salud, a tener derecho al deporte y derecho a la recreación.
En el Nuevo Modelo Penitenciario Dominicano no existe privilegio, ni para el crimen organizado, ni para los grandes capos, ni para vaqueros, todos en el Nuevo Modelo Penitenciario tienen una cama idéntica, iguales derechos y obligaciones, la misma alimentación, el derecho al trabajo. En las cárceles tradicionales, tienen privilegios, donde algunos tienen importantes espacios para su alojamiento, tienen personas que le cuidan y le protegen, privados de libertad y otros también tienen la oportunidad de comer lo que ellos quieran, y también tienen la oportunidad de tener relaciones con más de una mujer, en el Nuevo Modelo solo pueden tener relaciones con su pareja establecida, consensual o que tengan un matrimonio legal, y todo eso se verifica a través del Departamento de Trabajo Social y se le hacen todas las pruebas analíticas al privado de libertad y a su pareja.
3. ¿Cómo se decide quién pasa a rehabilitación en el Nuevo Modelo Penitenciario y quién debe cumplir su condena en una cárcel tradicional? |
YP: Eso es jurisdiccional, la sociedad dominicana, el país y la Suprema Corte de Justicia, y la actividad judicial del país está normada a través de órganos jurisdiccionales que son: el órgano nacional, que es la Suprema Corte de Justicia que conoce de todos los casos que se le sometan a nivel nacional, no importa de qué localidad, provincia o Departamento Judicial sea; también en el sistema penitenciario tenemos jurisdicciones, una prisión por cada provincia, aunque algunas poblaciones no la tienen, y por cada provincia debemos tener una prisión pero no la tenemos, entonces jurisdiccionalmente al privado de libertad, al cometer un delito, le corresponde una prisión; en general, en República Dominicana es así. Pero en algunos casos La Victoria, jurisdiccionalmente, es una prisión; de la Provincia de Santo Domingo, pero tiene la mayoría de los privados de libertad del Distrito Nacional, de la Provincia de Santo Domingo, y de otras jurisdicciones, pero en los Centros de Corrección y Rehabilitación más del 98% de los privados de libertad están en la jurisdicción correspondiente, por ejemplo, los privados de libertad de las personas que comenten un delito en Elías Piña están en Elías Piña, así sucesivamente, aunque en Santiago no, porque lo tenemos lleno, ya que Santiago genera una gran cantidad de privados de libertad, y tienen que ser transferidos a otros centros de corrección.
4. ¿Qué se supone que la sociedad debe esperar de una persona egresada del nuevo sistema? |
YP: Toda persona egresada del Nuevo Modelo Penitenciario Dominicano, es una persona que se considera con la capacidad, la calidad, la formación y el compromiso de reinsertarse a la sociedad de una manera positiva, como dice la Primera Dama de la República. Sin embargo, eso es una premisa en razón de un trabajo que se ha hecho en el área educativa, en el área psicológica, en el área laboral, formativa técnico-profesional que le permita las herramientas a ese tipo de reinserción, pero eso no es absoluto, en razón de que estamos trabajando con seres humanos que son cambiantes, ahora sí le puedo decir que más del 95 % de las personas que salen de los Centros de Corrección y Rehabilitación se reinsertan a la sociedad de manera positiva en capacidad de cumplir la ley y cubrir las necesidades que requiere su familia, para una vida plena.
5. ¿Qué experiencia tiene el Sistema con el proceso que viven quienes permanecen bajo el Sistema? |
YP: Tenemos material de soporte que indica que las personas que salen se reinsertan, pero también tenemos relaciones con muchas de las víctimas de los hechos de sangre o daños que se le provocan a las personas y a la sociedad, y hemos logrado en una gran cantidad de víctimas el perdón al ofensor, y eso es una gran bendición para las víctimas, porque logran sanar su alma, sanar su corazón y poder eliminar el odio que es un instrumento de prevención que dañó a las personas, porque el que llena su corazón de odio no puede vivir en paz, porque vive para odiar al ofensor y recurrimos a un instrumento esencial del creador donde nos pide a cada uno de nosotros, cada uno de los ciudadanos, a cada una de las víctimas a perdonar y lograr con ese perdón también que el victimario, el ofensor, pida perdón. Con eso nosotros hemos logrado restaurar, restablecer el tejido social dañado con el delito cometido entre víctima, sociedad y ofensor, quien ha cometido el delito, y eso restaura el tejido social y logra la paz social, por lo menos entre ellos, y si lo logramos entre todos, aumentamos la paz social en la sociedad.
6. ¿El Sistema atiende solo al interno o tiene alguna conexión con la familia? |
YP: Lo primero que hacemos en el Nuevo Modelo Penitenciario Dominicano, es que al trabajar con el interno hacemos un levantamiento a través del Protocolo Unificado de Tratamiento y, a través de un Protocolo Individualizado de Tratamiento; eso es respecto al ofensor privado de libertad, y es donde hacemos el levantamiento social, educativo, laboral, económico, cultural del ofensor, y de eso se desprende que recurrimos a la familia como un elemento esencial de los programas de tratamiento para lograr la rehabilitación del privado de libertad; porque si no participa la familia, son muy bajas las posibilidades de reinserción social y rehabilitación. Por eso incluso, a aquellos privados de libertad que no tienen familia, se coordina con comunidades religiosas que participen y le acompañen en su proceso de rehabilitación, y ese proceso se hace a través del trabajo, la educación, la educación técnica y la formación y educación espiritual del ofensor, y por eso los altos índices de reinserción social que tenemos nosotros, que sobrepasa el 95 por ciento.
7. Antiguamente se tenía la creencia (y hay quienes piensan que es así) que la condena es un castigo y que, por ende, la privación de libertad debe ser un espacio de sufrimiento y violencia desmedida. Hoy día, ¿con qué objetivo se mantiene a una persona privada de libertad? |
YP: Dijo la Primera Dama de la República, Cándida Montilla de Medina, y cito: «estigmatizar a la persona que ha delinquido, no solo es inhumano sino que puede convertirse en un boomerang». Significa que si no trabajamos correctamente con los privados de libertad, pueden venir más agresivos a la sociedad al salir en libertad, y eso significa que rechazarlo, marginarlo, es una doble condena, porque le niega al privado de libertad una segunda oportunidad, y eso también forma parte de una reflexión de la Primera Dama en una actividad donde fue inaugurado un Centro de Atención Psicosocial Penitenciario.
Cumplimos plenamente el objetivo establecido en la Constitución de la República en el artículo 37 que establece que el objetivo de la prisión es la reeducación para la reinserción social. ¿Qué significa esto? Que nosotros, al recibir al ofensor en la prisión o en el Centro de Corrección, nuestra responsabilidad es trabajar con una gran batería de programas, con más de 40 programas para hacer todos los programas que podamos hacer para que -el mismo- al culminar su proceso de privación de libertad pueda lograr rehabilitar, reeducarse, prepararse en la formación técnico profesional para salir a la sociedad en capacidad de cumplir la ley y lograr reinsertarse positivamente a la vida comunitaria.
8. ¿Qué prevé el sistema para aquellos casos cuyo daño a la sociedad parecería –a la familia afectada– irreparable? |
YP: Hay daños que se provocan a la familia y a la sociedad, no que parecen, son irreparables. Porque la muerte de un hijo no se repara. Pero es un hecho que hay que afrontar, y tienen que afrontarlo la familia de la víctima y tiene que afrontarlo el ofensor y la familia y, en ambos casos, tiene que afrontarlo la sociedad. Porque tenemos que restaurar el tejido social dañado, tenemos que trabajar con el ofensor, desarrollando durante años programas de tratamiento, de educación, de rehabilitación, de trabajo, de salud, de sanidad con el ofensor y con su familia que se mantengan acompañándolo en el proceso de rehabilitación, y tenemos que trabajar sobre todo y en gran medida con la víctima o con los familiares de la víctima. Tenemos que lograr con el ofensor que pida perdón, el arrepentimiento interior y la disposición plena de convertirse en un hombre nuevo, en una mujer nueva dispuesta a trabajar en el marco de la ley en la sociedad, y tenemos que lograr de la familia de la víctima el perdón, porque de no perdonar, vivirán durante años, durante décadas y vivirán toda la vida con una vida amargada, dañada, donde el rencor el odio carcomerá su alma y su espíritu, y no le permitirá tener una vida. Y dice la palabra del Señor, «perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden», y nosotros tenemos que pedir perdón y también perdonar a los que nos ofenden, las víctimas tienen que perdonar, porque eso les garantiza que puedan tener una vida plena en la sociedad, o de lo contrario, no podrán vivir con el corazón lleno de odio y rencor.
9. Las internas y los internos que se rehabilitan en el sistema son esposos, madres, padres o hijos de alguien. ¿Qué tipo de dinámica social se activa para que esas familias afectadas sufran lo menos posible? |
YP: Primero, que las familias le visiten regularmente, que sus hijos le visiten regularmente, que sus padres, hermanos y amigos que puedan contribuir con los programas de rehabilitación, con los programas de tratamiento le visiten regularmente, y mantener la familia unidad en el bien y en lo bueno, en la esperanza de una vida futura en libertad de su familiar y que le permita en esa relación familiar, construir alguna vez o reconstruir en otros casos una familia sana, una familia positiva que pueda permitir que al lograr la libertad su familiar se reinserte positivamente a la sociedad. Esta es una vida sana que desarrollamos con los privados de libertad y la desarrollamos tan amplia, que desarrollamos con ellos, sus cumpleaños, la de sus hijos o sus padres, de manera que puedan alcanzar una vida plena en la prisión, de manera que después de años con una vida plena en la prisión cumpliendo las normas, principios, los valores con una familia, es casi imposible que esta persona vuelva a delinquir al salir en libertad.
10. Cuando una persona cumple su tiempo de rehabilitación y sale en libertad, ¿da el sistema algún tipo de acompañamiento y/o seguimiento para una sana inserción dentro de la sociedad? |
YP: Nosotros tenemos programas puntuales dirigidos a todo lo que tiene que ver con la reinserción social o la salida del privado de libertad. Tenemos programas que son de pre-libertad, que son programas que se aplican dentro de la prisión a personas que se están aproximando a la libertad condicional o a cualquier tipo de medida alternativa a la prisión o que están próximos a la salida por cumplimiento de pena, en todos estos casos nosotros aplicamos programas que van desde la asesoría de orientación para obtener la libertad condicional, esta es aquella que se adquiere al cumplir la mitad de la pena, y también hay otros tipos de medidas que son del Medio Libre, que le llaman Usuarios en Libre Comunidad, donde ellos pueden salir en función de los periodos establecidos por la ley a trabajar durante el día y regresar en la tarde para volver a la prisión, pueden salir de lunes a viernes y los viernes regresar a la prisión o al Centro de Corrección y Rehabilitación, para estar los fines de semana. En otros casos pueden tener uno o dos días para ir a trabajar. En otros casos tienen salida para actividades educativas a las universidades u otro tipo de actividad educativa.