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Adela Dore (no.48)

POR:


Lenguaje gráfico: Cristian Hernández

 

Adela Dore es hija de dos intelectuales dominicanos. Personas que supieron transmitir en ella la humildad y la ayudaron a desarrollar sensibilidad artística. Si bien es cierto que dicen que el «altitimo» [‘artitismo’] es algo que nace contigo, también es cierto que la sensibilidad artística se estimula desde el entorno.

 

Y así germinó el arte en Adela. Una joven que siente el llamado hacia la experimentación y el lado más vibrante de la vida. Sus ilustraciones tienen su sello personal, las ilustraciones de libros infantiles muy especialmente, pues Adela Dore sabe complementar muy bien las historias impregnando el texto de una interpretación visual a la que poco le falta para hacerte llorar. Parecería que sus imágenes se ven tentadas a salirse de la página.

 

Puedes apreciar su obra accediendo a www.adeladore.com, puedes comprar en línea parte de su obra. La apertura será en Casa Quien hoy jueves 18 y el Ritual, un performance de quema de obras, será el jueves 25.

 

  1. Adela, ¿cómo es eso de que te moriste estando vivita y coleando?

AD: Esto es un acto simbólico en el que me despojo de un nombre y de todo lo creado en torno a él. ¡Quién pudiera morir en vida, liberarse de las ataduras de la identidad, acompasando el fluir del cambio constante!

 

2. ¿Y qué de tu anterior «yo» se queda contigo?

AD: Te diría que el cuerpo, pero dicen por ahí que todos los átomos se regeneran cada cierto tiempo. Yo no creo que sea posible borrar mi pasado, ni es lo que busco, este es un acto en busca de deshacer estructuras fijas, esas estructuras que se vuelven limitantes e inflexibles, para entrar cada vez más en contacto con la verdadera esencia.

 

3. Y habiendo tantas paredes vacías en tantos centros de acogida de mujeres, ¿por qué necesitas quemar las obras que se queden contigo y no pasen a otras manos?

AD: Mi interés es despojarme de todo mi arte y –justo por eso– he puesto las piezas a precios tan asequibles. La quema la uso como símbolo de transmutación. Tengo una buena cantidad de bocetos que «sí o sí» van para el fuego, por lo que no necesito de las obras de la exhibición para poder hacer la quema. Sería de mi agrado que todas las obras que seleccioné puedan quedar en manos de otros. La idea de la donación me gusta, la he pensado para las obras que queden y hago un llamado a los que sepan de centros interesados a que me escriban a adeladore@gmail.com.

 

4. ¿Cuando a ti te ‘cogió’ con dibujar, ¿tu mamá no temió que, de grande, te fueras a morir de hambre?

AD: A mí me parece que mis padres me hicieron un inception para que decidiera ser artista; desde chiquitita escuchaba la frase «va a ser artista».

 

5. ¿Está la esencia caribeña en tu obra?

AD: Tengo la idea de que cuando se dice «caribeño» se piensa en colorido, calor, tambores, playa, gente agrupada contenta y bullosa, cocos, pescado, baile.

El otro día me topé con un video en fb [Facebook] donde entrevistaban a personas de diferentes partes del mundo, al parecer hicieron una selección de ultranacionalistas, todos expresando el amor a su nación y el desagrado a naciones con las que se encuentran en conflicto; y cada uno se creía de sangre ‘puramente nacional’. El punto del video era hacer una prueba de ADN que evidencie la realidad de que todos provenimos de diversas partes del mundo, nadie es puramente nada, somos ciudadanos del mundo. Había un cubano sumamente sorprendido porque la procedencia de su ADN cubría todo el planeta. Entonces, yo me pregunto si eso será ser caribeño, sentirnos desterrados al haber perdido las ‘raíces’ y, a la vez, tener a ‘todo el mundo’ corriendo por nuestras venas.

 

Siento que no puedo decir si en mi obra está la esencia caribeña, pero porque es un término que no acabo de aprehender del todo. Se lo dejo al criterio del espectador, según su propia idea de «caribeño».

 

6. Tú eres diseñadora de modas, y uno tiende a pensar que la gente que se interesa en eso es superficial. ¿Qué de eso es superficial y qué es arte?

AD: Todo es diseño, la silla en la que nos sentamos fue diseñada, la taza en la que tomamos café también fue diseñada, el diseño está presente en nuestro día a día en todo lo humanamente hecho, hasta la calle en la que caminamos… Ya, el que sea buen diseño o mal diseño, es otra discusión. La ropa está tan ligada a nuestro cotidiano, incluso se puede vivir sin una taza, pero no sin ropa. Un diseño es arte cuando cumple su función y es bello.

 

A algunos solo les importará la función de que cubra el cuerpo, otros serán más exigentes y buscarán que entalle su cuerpo, que sea cómodo, que tenga buena tela, que esté bien fabricado (cuestión de que dure mucho tiempo), que lo haga ver bien.

 

La opinión de superficialidad me parece que viene de una crítica a las personas que se preocupan mucho por su apariencia física, porque hay una idea de que el que está muy ocupado con el ‘afuera’ es porque no tiene mucho mundo interno desarrollado. Yo no creo que una cosa, necesariamente, tenga que ver con la otra.

 

7. Háblanos de la esencia de Adela Dore. O como sea que te vayas a llamar ahora.

AD: ¿Qué se puede decir de una esencia? En este momento me estoy llamando Gala Fractal, y no creo que la esencia sea algo que se pueda poner en palabras, creo que hay cosas que nos pueden ayudar a hacer contacto, con acercarnos a la esencia, pero la esencia en sí, indescriptible.  ¿Qué me acerca a mi esencia? En este momento el hecho de estar en profundo y constante cuestionamiento sobre todo lo que siempre he tomado por sentado, sospechar de lo cómodo y lo familiar, como una alarma que anuncia estanque.

 

8. Sabemos que estás recibiendo un entrenamiento en Buenos Aires para acompañar el desarrollo de las personas. ¿De qué se trata?

 

AD: En Bs As [Buenos Aires] estuve haciendo una formación en Respiración Holotrópica, y una formación en Astrología. En este momento estoy practicando la Astrología, que –lejos de ser una herramienta predictiva–, se trata de una práctica basada en la percepción del universo con una totalidad, cada uno de nosotros expresando dicha totalidad de una manera específica.

 

Es una forma de autoconocimiento que nos ayuda a acceder a esas partes inexploradas de nuestro ser, abriendo así camino hacia la integración. Ampliando nuestra percepción de lo que somos, nos volvemos más conscientes de la manera en la que nos vinculamos con nosotros mismos y con lo que y los que nos rodean.

 

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