Y siguen los actos delincuenciales azotando y poniendo en zozobra a la gente seria, mientras el Estado sigue pensando si le mejora las condiciones salariales y de vida a una de las Policías peor pagadas del mundo. Atracos van, atracos vienen; asesinatos van, asesinatos vienen y el gobierno dándole la vuelta a la misma manzana ochenta veces al día; en tanto que ellos, se aumentan los sueldos a sus anchas y nadie dice nada. Así nunca habrá seguridad para nadie, ni siquiera para ellos. Pero que coman y beban… ¡Que pronto morirán!