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SEIS PREGUNTAS A SANTA CLAUS

POR: Fuáquiti

Por Sergio Forcadell

 

1

¿Saludos Sr. Santa Claus, ¿cómo se siente en estos días navideños?

Ay, hijo, reventado, de tanto leer cartas de niños y adultos, algunas de ellas son tan pendejas…  fíjate que un tipo de 88 años me pidió que le dejara este año nada menos que una jovencita de 20 abriles, y que además fuera linda, rubia y cariñosa! ¡Será gandío! Y los niños no son nada fáciles, cada vez piden cosas más tecnológicas y hasta eróticas ¡Si yo le contara! También está la llevadera y repartidera de sacos cargados al hombro llenos de regalos por todos los campos y ciudades…cada vez hay más rascacielos, condominios, y casas que visitar…¡Uno ya está demasiado viejo para estos trotes!

 

2

Santa, permítame llamarle así, ¿por qué tiene que ir de noche por los techos amparado por las sombras, como si fuera un vulgar ladrón en lugar de entrar por los frentes de las casas?

Eso mismo les he dicho yo a los dirigentes de SINASANCLA, Sindicato Nacional de Santas Claus, se nos obliga a exhibir de día en los centros comerciales, y por la noche a escondernos; esto no tiene lógica alguna ¡y lo peligroso que es ! El otro día un ‘wachimán’ me confundió con un delincuente y se lio a tiro limpio; suerte que me pude escapar…

3

Santa, y la risa esa, tan bronca de Jo, Jo, Jo, Jo ¿no pueden reírse con educación y gracia como las personas correctas y educadas?

Tenemos que llamar la atención a como dé lugar, por eso la risotada y la campanilla, ¡tilín, talán, tilín, talán! el ja, ja, ja, ja refinado no es suficiente, lo malo es que al final acabamos con una ronquera tremenda de tanto forzar la voz.

4

Santa, ¿por qué tiene que estar siempre tan barrigón, con lo peligroso que es para la salud el colesterol, los triglicéridos, la glucosa, la hipertensión?, ahora se llevan los cuerpos estilizados; todos van al gimnasio, se ponen a dieta, caminan…

Verás, después de las Navidades uno queda tan extenuado que se pasa todo el resto del año comiendo para reponerse, y como no tenemos más nada que hacer hasta las próximas, pues uno acaba con cincuenta o sesenta libras de sobrepeso, además es una de tantas exigencias ilógicas de nuestro sindicato.

5

Santa, también dicen muchos religiosos y sociólogos que la Navidad ha perdido su verdadero sentido y se ha convertido en un puro y duro evento comercial.

-¡Y qué no se ha convertido en algo o todo comercial!, la cultura, la religión, la política, el ocio, el deporte, la diversión, la sanidad…la Navidad no puede quedarse atrás.

6

Por último, hay un tipo mordaz llamado Sergio Forcadell que dice que toda esta parafernalia navideña debe renovarse, que la gente se está cansando de ver y hacer las mismas cosas de siempre ¿qué opina usted, Santa?

Creo que tiene mucha razón, los Santas ya estamos muy viejos para un trabajo tan duro. Se necesita sangre nueva; con más energía e ideas creativas, el público y los mercados evolucionan muy rápido, y si no reaccionamos a tiempo, la gente hará las Navidades a su manera, sin contar con nosotros.

Por otra parte, ¿qué haríamos los Santas sin este trabajo? Aunque estamos mal pagados, achacosos, trabajamos demasiado y acabamos molidos, es el único trabajo que podemos hacer, además no tenemos pensiones suficientes para retirarnos, así que no nos conviene cambiarlo por ahora.

Gracias Santa, que siga siendo usted, uno de los símbolos de Navidad por muchos años más.

-JO JO JO JO JO ¡Feliz Navidad! ¡próspero año! y sobre todo, ¡a comprar, a comprar, a comprar!