POR: Luis Reynaldo Pérez
Termina el año 2017. Un año difícil para el mundo, y en particular para nuestro país: feminicidios, escándalos de corrupción, crímenes, impunidad, crisis económica, elevación del costo de la vida. Sin dudas, un año para cerrar ciclos y transitar nuevos caminos. Debemos pues mirar atrás y pasar balance de las pérdidas y ganancias. Valorar sobre todo a quienes tenemos a nuestro lado.
Es propicia, además, la fecha para planificar las estrategias que nos permitirán alcanzar las metas que nos hemos propuesto para el año que empezará dentro de pocos días. Sea realista y póngase propósitos logrables por pequeños que parezcan. El progreso de un ser humano en todos los sentidos, económico, espiritual, profesional, es comparable tan solo con uno mismo. La vida no es una competencia y de serlo es injusta porque no todos tenemos las mismas condiciones. Por eso lo que logramos en nuestra vida a partir del talento y el trabajo es valioso sin importar el tamaño de ese logro.
Miremos atrás pues y valoremos lo logrado, lo ganado. Lo perdido, lo no logrado es experiencia a la que debemos sacar a enseñanza que nos deja para aprender y ser mejores seres humanos.
Desde Fuáquiti deseamos que este año por venir sea venturoso para cada uno de ustedes.
¡Feliz Año Nuevo!
