POR: Luis Reynaldo Pérez
En las últimas semanas la opinión pública ha estado copada de noticias desagradables que han consternado, de una forma u otra, a la sociedad dominicana. Desde los crímenes contra miembros de la Policía Nacional, hasta ver cómo siguen impunes sonados casos de corrupción pasando por los femicidios y suicidios que se han convertido en los últimos años casi en epidemias que afectan de manera sensible a las familias dominicanas.
Pero no todas han sido malas noticias. Hemos recibido en el último mes la satisfacción de ver cómo los atletas dominicanos han descollado en escenarios internacionales compitiendo con representantes de países del primer mundo, quienes cuentan, en la mayoría de los casos, con mejores condiciones e instalaciones para prepararse para estas competencias de nivel mundial.
Anotamos aquí algunas de las más notables hazañas en el campo deportivo:
En los Juegos Universitarios de Taipéi 2017 los atletas dominicanos ratificaron el nivel obtenido en otras competencias. Los hermanos Luguelín y Juander Santos ganaron oro en 400 metros planos y 400 metros con vallas, respectivamente y fueron parte del equipo, junto a los hermanos Luis Y Ándito Charles, que ganó medalla de oro en la competencia de relevo 4×400. En ese mismo escenario el gimnasta Audry Nin Reyes ganó oro en la modalidad de salto y hace unos días ganó medalla de oro en el Mundial de Gimnasia Artística celebrado en Francia, en la modalidad salto de caballo. También en Taipéi los pesistas Luis García y Beatriz Pirón quedaron en segundo lugar en los 56 kilogramos y en los 48 kilogramos, respectivamente.
En nuestro deporte rey, el béisbol, Adrián Beltré se convirtió en el primer dominicano en entrar al club de los 3000 hits, uniéndose así al exclusivo listado con nombres como el de Pete Rose, Hank Aaron, Willie Mays y Roberto Clemente, entre otras leyendas del juego.
Y, para terminar, el presidente del Comité Olímpico Dominicano Luis Mejía se convirtió en miembro de pleno derecho del Comité Olímpico Internacional, siendo el segundo dominicano en tener membresía en esta institución.
Estos son apenas algunos ejemplos de cómo el talento y el esfuerzo individual dan alegría a una nación completa. Y es que definitivamente los buenos somos más.