POR: Luis Reynaldo Pérez
A continuación, y como un inventario doloroso, los nombres de todas las víctimas de violencia de género, asesinadas entre el 1 de enero y el 26 de noviembre. Los nombres han sido sacados de la prensa nacional y están aquí con la intención de que no sean olvidadas:
Carmen Martínez Martínez, María del Carmen Lara, Saury Ramírez Marte, Yonanci Yicert Peña, Mary Carrasco Alcántara, María Altagracia Cabral Ramírez, Amarfis De Oleo Montero, Isabela Valdez Valdez, Vianela Reynoso Amparo, Caren Caterin Figueroa Henríquez, Gilda Sánchez, Darlenis Mercedes Bastardo, Yudelca Disla Veras, Nicol Mendoza, Verinice Rodríguez Santana, Minerva del Carmen Olivo, Darleny Diomaris Reynoso, Jessel Alexandra Caraballo, «Tita», Griselda Montero, Luisa Stacy Paredes González, Keiri Modesto, Evangelista Méndez, Sención del Carmen Genao, Argentina de los Santos, Martha Tejeda Encarnación, Mercedes Isabel Jacinto, Iris Altagracia Balbuena, Griselis Corporán y Keidy Carvajal (madre e hija), Oscarina Martínez Custodio, Dominga Bautista Lora, Siri Lucero Vásquez, Yovanny Durán, Clara Yinett Urbáez, Madelette Sailestin, Niurka Mercedes Reyes, Marisol Martínez, Heidy Rosanna Martínez Villar, María Teodora Pérez, Esperanza Mena Duarte, Belkis Rodríguez Constanzo, Yajaira de León, Yuderkis María Castillo, Yuli Rosi Brazobán, Bellaniris Espinosa García, Virginia Sánchez Estévez, Ingrid María González, Estela Cuevas Ogando, Merby Amada de los Santos, Rafaelina de León, Olga María Aracena, Ana Bienvenida Sena, Claudia Jean, Jacqueline Colón Peña, Vanessa de Castro Vicente, Kenibel Lozano, Yahaira Rosario García, Emely Peguero, Dioskairy Gómez, Rosalinda Yan Pérez, Minerva María García, Orfelina Mora Jiménez, Eulalia Taveras, Ana Gabriela Rosario, Luisa Figueroa, Albania Viloria Cruz, Pamela Victoria Díaz, Madelín Santana, Narli Yanely Galán, Katia Mercedes Herrera, Esmeralda Estévez Morales, Esperanza Polo, Gloria Ureña, Aurelina de León, Juana Báez, Ana de León, Geraldín Sánchez, Nicol Díaz, Alcides Ramírez García.
El feminicidio o el crimen de género, porque los hombres, aunque en menor medida, también son víctimas ha escalado a unos niveles alarmantes en la sociedad dominicana hasta convertirse en un tema de seguridad nacional y de salud pública. Deben trazarse políticas de Estado que aborden la situación desde diversos puntos de vista —educación, prevención, consecuencias— que permitan que dejemos de matar a nuestras mujeres, y a nuestros hombres, porque la educación machista y patriarcal nos educa en la creencia de que nuestra pareja es una propiedad. Y sí, machista y patriarcal, aunque algunas de las víctimas son hombres. Por otro lado las autoridades que velan por la seguridad de la mujer deben ser más activas en la prevención de estos crímenes que laceran a esta sociedad. No es posible que una mujer víctima de violencia domestica sea la encargada de entregarle a su victimario una orden de alejamiento. ¿En qué cabeza cabe que un hombre que le vocifere a su ex pareja en un tribunal que la va a matar desde que esté libre sea dejado en libertad? ¿Cómo es posible que un funcionario judicial justifique su inacción con la maldita frase aquella de que «en pleito de marido y mujer nadie se debe meter»? ¿Qué está fallando a lo interno de las instituciones policiales y militares cuyos miembros son la mayoría de victimarios?
81 seres humanos cuya vida ha terminado a manos de la persona con la que compartieron ‘un amor’. Y lo peor del caso es que detrás de estos nombres hay cientos de víctimas y por cada una varias familias rotas, porque el victimario, en la mayoría de los casos, se suicida o va a la cárcel. Pero viene un mal mayor al que como sociedad no le estamos poniendo atención: la gran cantidad de niños que quedan en la orfandad.
La violencia de género es una epidemia que debe ser parada ya. ¡Basta ya! Ni una víctima más.