POR: Raúl Pérez
Se ha filtrado a la prensa nacional un documento en el que se da respuesta a la solicitud de mil doscientos millones de pesos hecha por la directora del Plan de Asistencia Social de la Presidencia de la República. Dicho monto sería destinado para la compra de cajas navideñas y juguetes para ser entregados en diciembre de este año y enero del año próximo.
Esta ha sido práctica común en los gobiernos dominicanos de los últimos cincuenta años, pero se ha institucionalizado como parte del paternalismo y clientelismo instaurado a todo lo largo y ancho del estamento estatal.
Lo más preocupante de todo es la respuesta que le dan a Iris Guaba, directora del Plan Social de que no le serán entregados los fondos solicitados sino 240 millones, a través del Presupuesto General del Estado del presente año, y que lo restante para completar los 1,200 millones de pesos, 960 millones, será consignado en el presupuesto correspondiente al próximo año, 2018.
O sea, que le van a asignar 960 millones de pesos para gasto social de un presupuesto que aún no está elaborado. ¿De dónde saldrá ese dinero? ¿Puede este gobierno, que habla de déficit a la hora de invertir en las reales necesidades del pueblo, gastar miles de millones de pesos en ayudas que no resolverán de manera definitiva el problema de los más pobres?
¿Cuántas comidas calientes pueden comprarse con mil doscientos millones de pesos?
¿Cómo es posible que el Plan Social de la Presidencia maneje, solo para comprar cajas navideñas, el doble del presupuesto anual del Ministerio de la Mujer o de la Juventud?
Y lo peor de todo es que seguimos en una loca carrera de endeudamiento con tal de sostener la estructura clientelar.
Ya está bueno de seguir haciendo fiesta con lo ajeno. Dándole al pueblo dominicano migajas de su propia riqueza. Llenándole el estómago una noche, pero los restantes días del año haciéndole pasar por el cruel camino de la burla y la manipulación.
