POR: Cosme Peña
Los fines de semana es el espacio donde mi asesor de contenidos Cosme Jr. me actualiza sobre las series de Netflix y otras plataformas en streaming. Este espacio es catártico y liberador. Me suministra insumos para mantener la conexión con lo actual. En uno de esos programas hice una crítica a un personaje, mi primogénito con su calma singular me reprochó -ahora tu eres un hater– .
Había escuchado este término. Pensaba, que aquí los encasillados eran ‘’fanáticos locos’’ y como hasta ahora nadie lo había situado a mi persona, tampoco me había preocupado en navegar mar adentro. Para desentrañar mis inquietudes y mucho más sintiéndome aludido, lo guglié y allí lo define: ‘’personas que muestran sistemáticamente actitudes negativas u hostiles ante cualquier asunto…es un sustantivo del inglés, y se puede traducir como odiador, persona que odia o que aborrece…se ha popularizado con el auge del internet para designar a aquellos individuos que, para expresarse sobre cualquier tema se valen de la burla, ironía y humor negro…’’ www.significados.com
Insatisfecho con este resultado, acudí a la Real Academia Española (RAE) guardiana por más de tres centurias de la correcta aplicación de las normas y reglas de la lengua cervantina. Me auxilié en su diccionario (DRAE), abreviado así hasta vigésima segunda edición, cuando su producción era tarea exclusiva de la Real Academia Española. Es a partir de la elaboración de la edición posterior (23va) en donde participa la Asociacion de las Academias de la Lengua Española, dando origen al Diccionario de la Lengua Española (DEL). Esta palabra todavía no ha sido aceptada por los distinguidos académicos. Muestra de la necesidad imperiosa del hombre de comunicarse. Con el paso del tiempo, la lengua asimila nuevos términos. La lengua es instrumento vivo, a través de ella los seres humanos han podido arribar a niveles superiores del conocimiento. Antes del dominio de otra ciencia. Hay que dominar la lengua. Sempiterna interrogante de las aulas del saber ¿La diferencia entre lengua, habla y lenguaje? Se entiende fácil cuando se sabe que el lenguaje es universal, es el hablado por casi ocho mil millones de humanos, la lengua, la española por casi quinientos millones.
En mi diario recuerdo a profesores esmerados, maestros de la lengua y el lenguaje, daba gusto escucharlos, su correcta entonación, eran sinfonías para los oídos. Impecables, estrictos con las normas. Se sabían artistas de la palabra, de la palabra bien escrita y pronunciada. Lo
disfrutaban y nos transmitían esta pasión. ¿Quién no atesora un recuerdo de una maestra o maestro de lengua?
Al final entendí que el hater era el negativo de antes. El quejoso. El criticador impenitente. El que cuando llegaba a los lugares al poco tiempo dejaba el blanco. Bendita lengua española, ebullición permanente de nuevas acepciones. Promontorio que se eleva con cada hablante, con la bienvenida a cada anglicismo. Conjunción potente y vibrante de lo interno y externo. Estas reflexiones entre la lengua, lenguaje y habla, me transportaron aquellos años del mocerío. Evocación cálida de maestros y compañeros, tertulias interminables, risas contagiosas, ideales de un mundo positivo, alegre, lleno de oportunidades. ¡Ah! y desde luego, sin haters.
Comentarios son bienvenidos a direccion@fuaquiti.com