A+ A A-
A+ A A-

Diario de un favorecido 27 DE SEPTIEMBRE DE 2018

POR: Cosme Peña

Mes de la Biblia.

 

Hoy se celebra el día de la Biblia, establecido por la ley 204-84. Su protagonista fue el Rvdo. Álvaro Vicioso Santil, pastor de la iglesia Evangélica Dominicana de San Pedro de Macorís, quien en la década de los ochenta perpetró colosales esfuerzos para que los dominicanos honráramos con este día al libro sagrado. Esta propuesta fue presentada por el diputado David Escoto un feligrés de esta iglesia. La pieza contó con la unanimidad de los legisladores. Quienes en un acto nunca visto hasta ese entonces, después de ser aprobada la ley se pusieron de pie en señal de reverencia.

Septiembre se ha escogido como el mes de la Biblia porque fue en este que se terminó de imprimir específicamente el día 26 del año 1569, la primera Biblia al Castellano traducida por Casiodoro de Reina, un religioso español de la orden de San  Jerónimo, convertido al protestantismo. Llamada la Biblia del Oso, esto así por el oso que tenía como elemento decorativo en la portada. Los católicos celebran el 30 de septiembre el día de San Jerónimo, doctor y padre de la iglesia (uno de los cuatro padres latinos), quien dedicó su vida al estudio de la Santa Palabra y a realizar la primera traducción del hebreo y griego al latín.

Los dominicanos tenemos varias singularidades históricas que nos dan una preeminencia con la Biblia. El 6 de enero del 1494 en La Isabela Puerto Plata, el padre Bernardo Boil, oficializó la primera misa del nuevo mundo donde se leyó la Biblia por vez primera. Somos el único país que en su escudo se encuentra la Biblia abierta ‘’específicamente en  San Juan 8:32’’, que dice: ‘’y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres’’ (Artículo 32 de la Constitución del 2010). Gracias a la perseverancia del ex congresista y pastor Carlos Peña, que insistió hasta el cansancio para que este versículo se incluyera literalmente, ya que muchos legisladores se oponían a que se mencionara taxativamente. Con la promulgación de la ley 204-84 fuimos el primer país en honrarla con un día del año.

La Biblia por mucho es el libro más vendido y leído de la humanidad, se estima que más de cinco mil millones de copias han sido impresas en el mundo. Además de ser el libro con más detractores. Se cuentan por decenas los emperadores, sátrapas, dictadores, filósofos, artistas, un sinfín de personalidades, que han intentado durante la historia extirparla de la faz de la Tierra. Una  generación de líderes políticos, empresariales, religiosos, desinteresados de esta brújula moral se levantan como los infamadores del presente. En los Estados Unidos después de que su primer presidente George Washington jurara sobre una Biblia, esta ha sido la costumbre, exceptuando al presidente John Quincy Adams (1825), quien lo hizo sobre un libro de leyes de su país. Y esa tradición se ha extendido a otros países. Contrario al presidente español Pedro Sánchez, ateo confeso, quien se negó a jurar ante la Biblia y el crucifijo, símbolos de la tradición, en la toma de posesión de su nación.

A través de las sociedades bíblicas un grupo de hermanos y amantes de la palabra de Dios realizan ingentes esfuerzos para que la Biblia llegue a los lugares más recónditos. Realizando múltiples y variadas actividades. El desafío para las sociedades bíblicas ante esta generación de nuevos lectores está en llevar esta palabra a otros formatos y medios. Hoy, como todos los años se realiza El Banquete Bíblico Anual, en un prestigioso hotel.

Desde Fuáquiti pedimos a las autoridades hacer cumplir la ley 44-00 (lectura de la Biblia en las escuelas), para el bienestar de la nación, es posible que, con esta simple medida, se logre lo que no se ha podido alcanzar, a pesar de todos los recursos invertidos, para bajar los índices de violencia, feminicidios, robos, atracos e ignominia. Inténtenlo y verán a Dios obrar.

En mi diario, recuerdo con abundante gozo, a los Reverendos Israel y Andrés Brito, los hermanos Julio Postigo y Andrés Rodríguez llevando a las aulas nuevos testamentos (esos azules) y libros de colorear, los cuales esperábamos con rebosante alegría. Algunas voces agoreras, embriagadas de arrogancia vaticinan que la próxima generación no leerá la Biblia y que dentro de poco será objeto del pasado; ignoran dichas voces lo dicho por el mismo Señor Jesús en Mateo 24-35 y que a nosotros nos reconforta y da ánimos para seguir adelante: ‘’El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán’’.

Comentarios son bienvenidos a direccion@fuaquiti.com