POR: Cosme Peña
Ignacio, Raúl y Charles,
emprendedores alternativos.
En estos días las tertulias vespertinas y nocturnas se llenan de ‘’expertos’’ hablando sobre los autos eléctricos. De ¿que si estos serán el futuro o el presente? ¿Si son una moda efímera o si llegaron para quedarse?
Lo que sí es cierto es que cada vez los seres humanos están tomando mayor conciencia sobre la protección de los recursos naturales. Es un tema de supervivencia como especie. Hasta ahora las consecuencias del cambio climático no se han dejado sentir como se vaticinan. La R.D. está dentro de los diez países que más sufrirán estos efectos. Ya los padecemos en sequías, huracanes poderosos y temperaturas que emulan las entrañas del averno.
Es necesario reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Y no solo el producido por la emisión de los autos sino también el de las chimeneas de las industrias, y plantas de generación de electricidad.
Soluciones y alternativas novedosas han de surgir de emprendedores, dispuestos a cambiar el sistema, a trastocar el estatus quo. Nuestro país tiene en las energías renovables (solar, eólica, mareomotriz) un potencial extraordinario.
Ejemplos sobran. Hace seis años de las manos expertas de Ignacio García y Raúl Aguayo instalamos en 3C Print la primera planta fotovoltaica (solar) con capital privado de la R.D., un caso de éxito. Nuestra planta produce cada mes en energía limpia el equivalente a cincuenta hogares de clase media, ahorrando miles de toneladas de (CO2) a la atmósfera. Esto nos satisface y anima a seguir compartiendo con colegas empresarios la responsabilidad que tenemos de legar a futuras generaciones un planeta más limpio y verde.
En este sentido, mi amigo Charles Sánchez cuando pocos apostaban a su emprendimiento comenzó a importar vehículos eléctricos; recientemente me presentó su jeep Tesla. Con la ilusión de un niño en víspera de seis de enero me explicó con detalles sus bondades. En lo personal me pareció un auto del futuro, pura ciencia ficción. Charles es un soñador y visionario, ha presentado a las autoridades del INTRANT un novedoso corredor de autobuses eléctricos, con cargadores solares incluidos, una apuesta para mejorar el planeta y a hacer su negocio sustentable. ¡Quiera Dios sea acogido!
Algunos estudios como el de la consultora Bernstein informan que las emisiones totales de CO2 (en toneladas) en el proceso de fabricación de los autos eléctricos son ligeramente mayores a los convencionales. Principalmente por las baterías de litio.
Las ventajas que conlleva el auto eléctrico cuando la matriz eléctrica sea más renovable que dependiente de los combustibles fósiles alientan a mediano plazo al desarrollo de mejores y eficientes almacenadores de energía.
Los autos eléctricos cargados con paneles solares representan un alivio significativo al medio ambiente. Cargar un carro eléctrico con corriente producida por combustibles fósiles también es una ventaja considerable. Así lo han expresado los cientos de taxistas que fueron beneficiados con autos eléctricos por la CNTU como afirmó su presidente William Pérez Figuereo.
Una reflexión del Ing. Espaillat experto en combustibles me edificó sobre el costo ‘’verde’’ de producir un auto eléctrico. El expresidente de ANADEGAS afirma que en un futuro las combinaciones de combustibles como el gas natural, eléctricos e híbridos serán opciones más beneficiosas.
La buena noticia es que espíritus indomables y emprendedores como los de Ignacio, Raúl y Charles se replican cada día, con innovaciones más alentadoras, en ellos tendremos un mejor planeta.
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