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“Diario de un favorecido 11 DE OCTUBRE DE 2018”

POR: Cosme Peña

Obra de teatro ‘’El Transporte en RD’’

 

‘’La libertad de una persona termina cuando comienza la de los demás’’ Jean Paul Sartre.

Asistimos por obligación  a la obra de teatro ‘’El transporte en RD’’. Lo hicimos en nuestra condición de editor de arte de esta columna, la obra fue presentada bajo bombas lacrimógenas, tiros y pedradas en las inmediaciones de la UASD y la Avenida 27 de febrero con Máximo Gómez. Los asistentes coincidimos en su precario desenlace. Su contenido emula a Fuenteovejuna, gran obra del maestro español Lope de Vega, quien fuera calificado por Cervantes como un monstruo de la naturaleza. Lo más cercano que pudiéramos calificar a esta extraña pieza teatral, por las características psicológicas de sus personajes y su final nefasto es a la tragicomedia griega. Eurípides autor clásico, encontraría sin lugar a dudas, en ‘’El transporte RD’’ los insumos para superar su ‘’Alcestis’’ y reinventar esta historia con ribetes aún más fatídicos.

El que conduce en RD puede conducir en cualquier parte del mundo. Conducir un vehículo, cualquiera que sea, es una travesía un poco más desafiante que la vuelta a casa de Ulises después de la guerra de Troya, narrada por Homero en la Odisea.

‘’El Transporte en RD’’, está protagonizada por un elenco de primerísimos actores, pero con actuaciones mediocres; por un lado, los empresarios del transporte, eufemísticamente llamados Sindicatos, choferes, Gobierno y Pueblo. Consta de varios actos, todos llenos de violencia, agresiones verbales, por este lenguaje inapropiado, y a escenas bastante fuertes, como aquellas donde los choferes sacan bates, tubos, machetes “lengua e mime’’, “chilenas’’ e incendios de autobuses, sicariatos entre algunos de ellos, la recomendamos para mayores de dieciocho años. En el primer acto vemos a transportistas apandillados, monopolizando rutas, armados hasta los dientes, intimidantes, bajo el código selvático, el más fuerte vence al más débil, a Gobierno doblegado, complaciente, por momento turbado; tiene el poder, pero no sabe cómo utilizarlo, francamente nos quedamos con el deseo de una actuación más enérgica, pero hemos leído que por la complejidad de intereses, a los actores que han interpretado este papel les ha sido muy  difícil explotar a cabalidad este personaje. El pueblo por otro lado, indefenso, es sometido a maltratos constantes, y es admirable por su capacidad de aguante… “hasta ese día”.

El nudo de la obra está en que el sindicato no entiende que los tiempos han cambiado, que la lucha es otra. Atrás quedaron los monopolios, no entienden que su profesión pronto será cosa del pasado, desaparecerán de manera inexorable, en menos de cinco años, que tienen que pensar junto al Gobierno, cómo reinsertar los millares de choferes que en los próximos años serán desplazados por los autos autónomos (más detalles en la edición 131 de Fuaquiti del 22 de marzo).

Dos escenas perturbadoras (de las tantas de la obra) para los asistentes, que expresan la maldad y frialdad de Sindicato; es cuando Pueblo, que con tanto esfuerzo compró “su carrito’’ (para llegar temprano y con cierta comodidad  a su trabajo) es interceptado a pedradas limpias por un grupo de “estudiantes encapuchados’’ en las inmediaciones de la UASD, salvándose a “chepitas’’ y la otra es cuando los transportistas en franca violación del derecho que nos asiste “a transitar libremente’’ (Artículo 46 de la Constitución Dominicana del año 2010) dejan sus vehículos medio a medio en la Avenida 27 de febrero

El autor de esta obra como mencionamos al principio está marcado por la influencia del Fénix de los ingenios, la similitud de sus personajes, la crueldad de don Fernán va a la par con Sindicato, el amor de Laurencia y Frondoso, Gobierno y Pueblo, traen la nota de candidez que enternece al público. El enigma de la muerte de Sindicato. ¿Quién mato al comendador? Preguntaba el juez, -Fuenteovejuna- respondía unánime Pueblo. -Carajo, ¿quién es Fuenteovejuna?-  inquiría el Juez, -¡oh todos a una!- Y ese día…llegó.

Comentarios son bienvenidos a direccion@fuaquiti.com