Escrito por: Wilson Díaz
Para los nacidos entre el Grito de Capotillo y el Silencio de Gualey:
Penosa hasta partir el corazón la tragedia de las tres personas halladas muertas dentro de su vehículo, según todas las evidencias, envenenadas por monóxido de carbono. Tres vidas jóvenes que nos dejan así como así, en un suspiro, en un momento, y todo por un descuido que nos puede pasar a cualquiera; los primeros que nos dicen que les quitemos el catalizador a los carros son los mismos mecánicos, para venderlos, ya que esta pieza tiene platino, un metal carísimo y de varios usos, incluso en la odontología… ¡Qué crujía!